El Burgos mira al futuro con optimismo
El club burgalés tiene varios proyectos para el próximo año, avalados porque cada vez se ve más cerca la permanencia en Segunda División.
El Burgos ha acabado la primera mitad del campeonato con un buen balance. En su primer año en el fútbol profesional termina con 28 puntos, a solamente tres de las sexta plaza, y alejado en ocho puntos de los puestos de descenso. El objetivo del club en este primer año es lograr la permanencia y asentar el proyecto deportivo y social. Ambos logros están más cercanos después de un verano lleno de zancadilla y adecuación a los requisitos exigidos para la ocasión.
A nivel deportivo, su entrenador, Julián Calero, siempre habla de lograr la meta de 50 puntos para poder al equipo en la categoría, esa media la ha superado en el ecuador de la campaña. No fue fácil arrancar la temporada con muchos jugadores renovados tras el ascenso, ya que muchos de ellos ni tan siquiera habían debutado en Segunda División. El equipo se fue adaptando a marchas forzadas hasta lograr asentarse en la mitad de la clasificación.
A nivel organizativo y de infraestructuras, el club ha crecido notablemente, tiene más de 7.000 abonados y la ciudad ha respondido al apoyo que se le requería al principio de la competición. De hecho, El Plantío se han convertido en el granero de los puntos logrados por los blanquinegros.
Además, mirando al futuro, en la reciente Junta General de Accionistas se hablaba sin reparos de nuevas inversiones a realizar pronto, si el equipo se mantenía en la categoría la próxima temporada. Este verano El Plantío sufrió una profunda remodelación con cambio de césped incluido. La construcción de la tribuna principal, la creación de una ciudad deportiva propia y habilitar los locales de los bajos de El Plantío son los principales retos. El primero se hará realidad en pocos meses, ya que allí se albergará la nueva tienda oficial del club, que ya está en proceso de adecuación.