Un Madrid con 'niños' en San Mamés: Rafa Marín, Piñeiro...
Ancelotti ha tenido que capear el brote de COVID en la plantilla citando a siete castillistas para el viaje a Bilbao. Del central de moda de 'La Fábrica' al nuevo portero prodigio...
Como dicen los clásicos, cuando hay emergencias la cantera siempre acude al rescate. Ahora ha tenido que tirar de ese recurso Carlo Ancelotti para capear el brote de Covid en la plantilla del Real Madrid que ha dado dos nuevos positivos este martes (Alaba e Isco) y ha diezmado al equipo. El técnico italiano ha echado mano de siete chicos de La Fábrica de Valdebebas para poder completar la lista de 21 futbolistas que se llevará este miércoles a Bilbao.
Una llamada que será la primera para dos de los chavales que más están asomando la cabeza últimamente, el central castillista Rafa Marín y Diego Piñeiro, el portero del Juvenil A (aunque tiene ficha en el segundo Juvenil blanco) y que se está convirtiendo en un multiusos. A ellos se unirán 'veteranos' del filial blanco como Miguel Gutiérrez, Antonio Blanco, Fuidias, Arribas y otra de las perlas que está destacando sobremanera y que estrenó convocatoria el pasado domingo ante el Cádiz, el hábil extremo Peter Federico.
¿Quiénes son Rafa Marín y Diego Piñeiro?
Si hay un futbolista que viene apretando y mucho entre los defensas de la cantera de Valdebebas, ese es Rafa Marín (Guadajoz, Sevilla, 2002). Tiene el pack completo y aunque en verano Raúl no estaba convencido del todo con él, ahora es indiscutible y exuda liderazgo. Lo curioso es que su vida pudo ser muy diferente de no ser por su madre. De pequeño, su pasión era la gasolina, en concreto las motos. Con tres años tenía una montura de cross y a los cinco le compraron un quad. Pero a su madre no le gustaba esa afición de su hijo por la velocidad y decidió encaminarlo a una actividad menos peligrosa, por lo que le apuntó con seis años al Alcolea, equipo donde entonces jugaba su padre. Ahí se descubrió que tenía talento y las motos pasaron a un segundo plano. De ahí saltó al Sevilla y en 2016, al Madrid. Sus 1,91 metros de altura esconden un futbolista inteligente con la pelota, en la anticipación y un jugador que arremolina defensivamente al equipo en torno a su figura.
El caso de Piñeiro es el de un jugador que avanza a velocidades casi inauditas en la siempre poblada competencia de porteros en La Fábrica. A sus 17 años tiene ficha del Juvenil B pero desde verano pasó a entrenarse en alguna ocasión con el primer equipo y desde entonces ha estado en las dinámicas del Castilla y el Juvenil A, especialmente en la Youth League. Emergido bajo palos en la Escuela Vicálvaro, el Madrid le echó el guante con 10 años para incluirlo en el Alevín blanco. Portero no excesivamente alto pero de excelentes reflejos, su presencia internacional también es notable. En septiembre pasado disputó con La Rojita el torneo Sub-18 de Limoges donde fue elegido mejor portero del campeonato...