Embarba deja de ser intocable
Por primera vez desde su fichaje por el Espanyol, en enero de 2020, el extremo fue suplente en LaLiga pese a estar al cien por cien: 71 jornadas encadenaba.
Confía Vicente Moreno en su potencial, incluso lo mimaba en sus conferencias de prensa, como debe ser. Pero el momento se venía fraguando. Una parte del RCDE Stadium la empezaba incluso a tener tomada con él. La aparición de la Copa del Rey, un martes con posterior partido en viernes, hizo el resto. Adrián Embarba, el máximo asistente del fútbol español la pasada temporada, experimentó en Balaídos una situación insólita: vivir los 90 minutos en el banquillo.
Tras Diego López y Leandro Cabrera, los únicos que han disputado más minutos que él desde su llegada al Espanyol en enero de 2020, hace prácticamente dos años, Embarba era intocable. Con Vicente Moreno, pero también previamente con Abelardo Fernández y con Francisco Joaquín Pérez Rufete. Hasta el punto de que el Celta-Espanyol de este viernes se cuenta como el primer partido de Liga en el que ha sido suplente por una decisión absolutamente técnica. La primera vez, desde su debut el 25 de enero de 2020 frente al Athletic Club, en que no era titular pudiéndolo ser.
Solo en esta Liga, había sido de la partida las 17 jornadas anteriores –nueve de ellas, completas–, en las que había entregado dos asistencias –poca broma, contra Atlético de Madrid y Real Madrid–, pero ningún gol, pese a que venía de anotar nueve y de entregar la friolera de 15 la pasada campaña en Segunda. Entonces, disputó como titular 37 partidos: todos, salvo tres por haber contraído la COVID-19 –Sabadell, Alcorcón y Rayo, en que ya negativo pero con el cansancio derivado sí jugó los últimos minutos– y dos por sanción, ante Logroñés y Ponferradina. Otros 17 encadenaba anteriormente en Primera tras su fichaje.
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Tras 71 jornadas, lo siguió desde el banquillo a pesar de encontrarse totalmente apto un Embarba que vio cómo la ubicación de Aleix Vidal en el extremo no mejoraba sus propias prestaciones, como tampoco las incursiones de Miguelón Llambrich –quien, a diferencia del de Azuqueca estrenaba titularidad liguera diez meses después– ni del canterano Rubén Sánchez. Llegan ahora unos días para cargar pilas que le darán a buen seguro a Embarba para volver a ser de la partida, en Nochevieja, ante el Valencia.