Mbappé esfuma el sueño del Feignies-Aulnoye

El PSG puede terminar pagando al final de temporada el haberse malacostumbrado a que Kylian Mbappé le decida todos los partidos esta temporada. Justo en el año en el que acaba contrato, el delantero está viviendo una ascensión imparable hacia el infinito. Produce, marca, asiste, regatea, genera superioridades… Lo hace todo. Hoy, contra el modesto Feignies-Auloyes, el exjugador del Mónaco no tuvo piedad y volvió a liderar la victoria de su equipo, forzando dos penaltis de los cuales transformó uno y marcando el tercero de los

Los de Pochettino, hoy con Ramos en el once y con el joven Xavi Simons acompañando a Icardi y Mbappé en ataque, no tardaron en adelantarse en el marcador. Fue a través de Mbappé, al que poco le importa que enfrente esté un equipo de quinta división para seguir marcando las diferencias. El internacional francés se inventó una jugada majestuosa para forzar el penalti que acabaría el propio delantero transformando. A menos de un mes para ser libre de negociar con el equipo que quiera, está en el mejor momento de su carrera.

El modesto Feignies-Auloye fue un equipo que, pese a estar a años luz por nivel de la plantilla de incluso los suplentes del PSG, peleó durante todo el partido. Intentó ajustar fuerzas a través del físico y llegó a intimidar el área de Keylor Navas en varias ocasiones. Lo que no entendió el estadio del Valenciennes, lleno para ver a las estrellas del PSG, es por qué el colegiado señaló penalti en un forcejeo de Mbappé con un defensa y no minutos después con Ramos, que hizo un penalti clarísimo a Sambou, pero el colegiado no vio nada punible en la acción. Esta vez, fue Icardi el que hizo el 0-2, sentenciando prácticamente el encuentro antes del descanso.

Como si de un dejà vú se tratase, Mbappé repitió el mismo patrón al salir del túnel de vestuarios. Ramos fue sustituido por Dagba al descanso y el lateral derecho fabricó con Xavi Simons el segundo gol de la noche del internacional francés, que no descansa ni cuando tiene que hacerlo. El PSG puso el freno de mano con el partido encarrilado y el resultado no volvió a modificarse hasta el final.