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BARCELONA-ELCHE

El gol es propiedad del filial

Los últimos cinco goles del Barcelona los han marcado jugadores del Barcelona B: Nico y Abde (Osasuna), y Jutglà, Gavi y Nico (Elche).

Ferran Jutgla.
Alex CaparrosGetty Images

Hay muchos indicios que marcan la situación límite que está viviendo el FC Barcelona, en una temporada convulsa a nivel deportivo y económico. Uno de ellos es contar con una plantilla totalmente desequilibrada en todas las líneas. Tanto es así que en ataque no tiene a día de hoy ningún delantero de referencia, siendo Luuk de Jong la única alternativa. Y el holandés ha demostrado con creces que no tiene nivel para jugar en el Barcelona. De hecho, este sábado fue el delantero del filial, Ferran Jutglà, quien le arrebató la titularidad. Y mejor no pudo empezar este chaval, que hace un año jugaba en el Juvenil del Espanyol, porque le anularon un gol en el primer minuto, con ayuda del VAR, y poco después marcaba un extraordinario gol de cabeza en un saque de esquina, como si quisiera enseñarle a Luuk que hasta en su especialidad es capaz de mejorarle.

El gol de Jutglà marca una peligrosa tendencia en los últimos partidos del Barcelona: sólo los jugadores del filial son capaces de ver puerta. El fin de semana pasado fueron Nico y Abde, quienes se estrenaban en el casillero goleador, y ahora ante el Elche, han hecho lo propio Jutglà y Gavi. Nico daba los tres puntos a los culés con su segunda diana de la campaña (ya hizo su primer gol ante Osasuna).

Mención aparte merece el gol que se ha sacado de la chistera el joven sevillano: un prodigio de técnica, poderío y eficacia. Ver a un chaval de 17 años ser capaz de firmar una obra de arte así invita a pensar que estamos ante un jugador que va a marcar una época. Lo sabía Koeman, lo sabe también Luis Enrique y Xavi lo está disfrutando a lo grande.

A día de hoy, el gol es propiedad de los jóvenes, ya que la lesión de Memphis Depay, máximo realizador con ocho dianas, ha dejado un vacío en este sentido. Por una parte, este descaro juvenil, es muy positivo porque abre un futuro esperanzador para un equipo que se encuentra en la UCI, pero también negativo, porque refleja la poca calidad de la actual plantilla, que depende a día de hoy de un puñado de chavales bisoños para salvar los muebles.