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PALENCIA CRISTO-ESPANYOL

Los Pericos de Palencia, de los bombones al Lechazo

Luis Muñoz se aficionó al equipo perico en los 60 y fundó la peña en 1999 que se hizo popular por un premio que recibieron varios ilustres jugadores y técnicos.

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Martín Posse recibiendo el premio Lechazo.

Luis Muñoz es el dueño de las bodegas Copaboca, en Palencia, oficio que desempeña con la explotación del cereal desde hace décadas, menos tiempo, eso sí, que su pasión por el Espanyol, que nació cuando era un niño en los años 60. “Soy del Espanyol desde que tengo uso de razón, que, por cierto, no sé si lo tengo”, suelta con ironía castellana. “De niño en la escuela todos eran del Barcelona o del Madrid, pero yo me hice del Espanyol”, explica, todo ilógico, bizarro y perico, mientras suelta de carrerilla una de las muchas alineaciones del equipo de los Cinco Delfines.

Este empresario palentino creó la Peña Espanyolista de Palencia un año antes de la final de Copa de Valencia, en el 2000, en un bautizo presidido por la vicepresidenta por aquel entonces Anna Maria Fusté y su marido y su hija desaparecidos. La peña creó el premio Lechazo, un reconocimiento que se entregaba una vez finalizada la temporada que ha llevado a Palencia a Sergio González (“fue el primero”), Miguel Ángel Lotina, Moisés Hurtado, Martín Posse, Toni Jiménez o Manel Casanova.

Tenemos unos 70 seguidores, pero ahora con la pandemia no hemos podido hacer actividades. Mi padre tenía una tienda y solo les regalaba turrones y bombones a los niños que decían que eran del Espanyol. Aquí mucha gente le tiene simpatía al club, cuando voy a los bares me preguntan, se interesan y hablamos. Mi hijo estudia en Sant Cugat, y cuando voy a Barcelona vuelco con bufandas del Espanyol para repartirlas”, relata con la misma ilusión que un joven.

Muñoz va incluso más allá y, desde la distancia, cree que el Espanyol está en un momento histórico pero que debe ser ambicioso: “Quiero otra cosa, quiero un Espanyol valiente, ahora damos una de cal y otra de arena. Es un momento clave, fundamental, los culés están patas arriba y el Espanyol puede ser el primer equipo de Cataluña. Hay que aprovecharlo”, reitera una y otra vez, soldado de un sorpasso que también puede producirse en la clasificación.

Moisés Hurtado.
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Moisés Hurtado.DIARIO AS

La historia de Berzosa y el deseo de Muñoz

También ronda por Barcelona un palentino ilustre, el fotógrafo Eduardo Berzosa, que llegó a Barcelona hace 40 años, se enamoró también del Espanyol y desde entonces, como fotógrafo, ha visto la evolución de la cantera. No hay nadie que tenga más fotografías que él del fútbol base: "Seguía al Palencia en Segunda A y ahora cada vez que voy allí sigo al equipo del Cristo Atlético. Sus colores morados son históricos. La mayoría de equipos de Castilla tienen ese color. Todos los Berzosa somos palentinos pero pericos", comentó.

No estará Berzosa pero si Muñoz, que ahora de cicerone: “Soy amigo del presidente, que viene mucho por la bodega”, dice Muñoz, que este martes estará presente en el encuentro de directivas. “Me gustaría que ambas entidades llegaran a un acuerdo, hay buenos jugadores por aquí y también en los rivales que nos visitan”. De momento, el único vínculo será la Copa. “Es un equipo humilde, de barrio”, subraya el presidente de una de las peñas que, años ha, representaba como pocas ese sentimiento perico por toda España.