Miguel Rodríguez y Pampín resuelven en cinco minutos

El Celta B se distancia de la zona de descenso gracias a los goles de Miguel Rodríguez y Pampín contra un Talavera, rival del Betis el próximo miércoles en la Copa, que no termina de despegar. El cuadro cerámico sigue marcando la salvación con tres puntos de ventaja sobre el Valladolid Promesas a expensas de lo que el filial blanquivioleta haga por la tarde de este domingo en Riazor.

El Talavera logró mantener a raya al filial olívico durante algo más de media hora. Llevó la presión a campo contrario (los cerámicos son el equipo de la categoría que más incomoda la salida de balón de los rivales) e intentó cortar la construcción de juego del filial olívico con presión en centro contrario e incesantes faltas.

Tuvieron los de Onésimo un par de ocasiones en el primer cuarto de hora. Un disparo de Holsgrove en un balón muerto producto del estado del césped (que en la primera parte impedía jugar con precisión en muchas zonas del campo) fue rechazado por un zaguero visitante y Edu Sousa atajó un buen disparo, algo escorado, de Javi Gómez. Después vinieron 20 minutos sin ocasiones por parte de ningún bando, porque el Talavera no fue capaz de finalizar en un par de jugadas en las que Vicente cortó la salida de balón de los rivales.

Pero los vigueses acabaron encontrando el espacio. Lautaro detectó el hueco entre Nicho y Víctor Ruiz para filtrar un balón a Miguel Rodríguez, que armó el disparo antes de que Vicente llegara para incomodarle y definió lejos del alcance de Edu Sousa. Quien la sigue la consigue y cinco minutos más tarde Pampín amplió ventajas. Lo intento con un disparo que repelió Edu Sousa, pero acto seguido no tuvo ninguna contemplación para reventar el balón en una dejada de Miguel Rodríguez tras centro de Javi Gómez.

Tenía poco que ganar el Talavera con un partido ordenado y Víctor Cea buscó romperlo con los cambios. Renunció a un centro del campo por el que tampoco es que hubiera transitado mucho el juego y apostó por el juego directo sobrecargando el ataque, pero el efecto fue limitado. El que mejor funcionó fue el primero. En punta, para acompañar a Perales, colocó a Juanma, en una demarcación que tampoco le es extraña al central de la etapa que estuvo a las órdenes de Cea en el Adarve. El dúo creó peligro. El 9 blanquiazul pudo reducir distancias en un disparo que Javi Castro sacó sobre la línea y minutos después puso un centro a Juanma que este bajó con el pecho con maestría y obligó a Gaizka Campos a estirarse para enviar el balón a córner. Dos fogonazos que no tuvieron continuidad.

En el caos también aflora el talento y la calidad que atesoran los filiales. El Celta B pudo sentenciar el partido en varias oportunidades. La mejor entró, pero no subió al marcador. A punto de cumplirse la hora de partido, Fabricio, en su primera acción en el encuentro, filtró un pase a Miguel Rodríguez, que definió con una exquisita vaselina que no fue válida por fuera de juego. Los cambios de Onésimo aportaron frescura al ataque gallego y Cedric tuvo varias ocasiones para sentenciar el encuentro, mientras que el Talavera quemó su último cartucho en un libre directo que Góngora estrelló en la barrera.

La próxima jornada, el Celta B visita al colista Tudelano y el Talavera recibe al Real Unión, ambos el domingo 19 a las 12:00 del mediodía.