Cerrar los partidos, otro de los debes fuenlabreños
Los de Oltra, que ya sufren para adelantarse en el marcador, están teniendo problemas para cerrar los duelos acumulando así varios resultados 'inmerecidos'.
Si no ganas, al menos no pierdas" es una máxima repetida en el fútbol profesional hasta la saciedad. Por ello, no es menos cierta. Más si cabe cuando el objetivo del equipo que la use sea el de no descender. Sucede que cuando, en varias jornadas, se está más cerca del triunfo que de cualquier otro resultado y te vas sin los tres puntos al término de los noventa minutos, la frase inicial ya no llena, ni muchísimo menos. Algo así le ha sucedido al Fuenlabrada en demasiadas ocasiones.
En el último partido liguero, contra el Almería, los de Oltra se adelantaron en el marcador pero los indálicos no tardaron en empatar el encuentro. Algo similar sucedió y en el partido ante el Mirandés, los fuenlabreños se adelantaron con un golazo de Pedro León en el 7', pero una jugada aislada de los de Anduva en el 82' niveló el encuentro. De la misma manera, el Fuenlabrada dejó marchar los tres puntos del Torres, tras adelantarse, ante el Zaragoza con un penalti en 72'. Sin embargo, podría haber sido más doloroso. El Fuenlabrada vio como el empate se le escapaba en los minutos finales ante Girona (92') y Tenerife (94'). En ambos duelos, consiguieron igualar el tanto inicial del rival, pero una jugada aislada en los minutos finales les condenó a la derrota.
Hablar de 'y si' es siempre casi una mentira, pero si el Fuenlabrada hubiese echado el cierre a los encuentros como anteriormente, los del Torres llevarían ahora siete puntos más y estarían fuera de descenso, rozando la octava posición.
La batalla en El Plantío no será nada fácil. El Burgos llega lanzado en la carrera por eludir los puestos de la quema, pero desde el Fuenlabrada saben que son capaces de llevarse de ahí un triunfo. Adelantarse en el marcador será clave, pero, sobre todo, lo será cerrar el partido dejando en el vestuario los nervios y la ansiedad por romper la racha de diez partidos sin ganar. Uno de los de debe más grande de los azulones.