Aprobados y suspensos del Sevilla: No fue un equipo de Champions
Lopetegui repitió el equipo que ganó al Wolfsburgo con el cambio obligado de Augustinsson por Acuña pero nunca supo como meter mano al Salzburgo
Bono: Nada que hacer en el gol de la derrota.
Montiel: El frío, la acumulación de partidos, la tensión... por lo que fuera. Estuvo fatal, falló casi todos los pases que intentó y perdió el balón que dio lugar al 1-0.
Koundé: Si todos hubieran jugado como él, la historia hubiera sido muy distinta.
Diego Carlos: Lo mismo que su compañero en el centro de la defensa.
Augustinsson: Timorato y con una amarilla desde muy pronto. Tampoco lo ayudó demasiado el Papu.
Fernando: Menos brillante que de costumbre, pero tuvo que apagar demasiados fuegos.
Jordán: Empezó distribuyendo juego con mucho criterio, pero fue bajando y bajando con el paso de los minutos hasta acabar expulsado.
Rakitic: Casi todo el peligro que creó el Sevilla pasó por sus botas.
Papu Gómez: Muy muy poco. Casi nada. Y para colmo, un córner casi raso que generó una contra que Jordán tuvo que cortar con una falta que supuso su roja.
Ocampos: Con su ímpetu habitual pero con bastante menos acierto que en sus últimas actuaciones.
Munir: En su cabeza estuvo el 0-1 pero el larguero lo evitó.
CAMBIOS
Rafa Mir: No se puso de gol ni una vez.
Óscar: El partido ya estaba casi imposible cuando entró.
Óliver: Igual que Óscar.
Rekik: Poquita cosa.