Aprobados y suspensos de la Ponferradina: Amir y Yuri lanzan a la Deportiva
El brasileño puso los goles en un partido dominado por el Mirandés y ya suma 101 en Segunda División con la camiseta blanquiazul.
La Ponferradina sumó su tercera victoria seguida en Liga ante un Mirandés que mereció más en El Toralín gracias, fundamentalmente, a la gran actuación de Amir bajo los palos y Yuri arriba. El brasileño marcó los dos goles de los bercianos, el segundo en el minuto 92, y alcanza los 101 en Segunda División.
Amir. Sobresaliente en el mano a mano, desesperó a la delantera rojilla con sus intervenciones salvadoras durante todo el partido.
Paris Adot. Una fuerza de la naturaleza, su cabalgada por la banda en el minuto 92 le sirvió en bandeja a Yuri el gol de la victoria.
Pascanu. Sufrió más de lo que acostumbra ante las continuas oleadas atacantes del Mirandés.
Copete. Volvió al once tras sus problemas de tobillo y tuvo que emplearse a fondo ante un rival dominador.
Adri Castellano. Lo pasó mal para frenar las acometidas de los rojillos por su banda y fue sustituido en la segunda parte.
Naranjo. Como toda la Deportiva, apareció menos de lo acostumbrado en ataque, aunque rozó el gol en un disparo desde fuera del área.
Agus Medina. La necesidad de emplearse en tareas defensivas le dejó menos espacio para hacer de las suyas en ataque.
Erik Morán. Comenzó con un error que pudo costar caro a su equipo, aunque se fue entonando con el paso de los minutos.
Saverio. Luchador como siempre, pero con pocas opciones en un partido donde a la Deportiva le costaba enlazar jugadas.
Sergi Enrich. Peleó como suele contra la defensa rival y dio el pase del primer gol a Yuri.
Yuri. Dos goles en el partido, 101 en Segunda, artífice de una nueva victoria de su equipo. Es el rey de El Toralín.
También jugaron en el conjunto de Bolo:
Pujol. Entró en la segunda parte para afianzar el lateral zurdo, pero también le tocó sufrir.
Paul Anton. Su entrada al campo para reforzar el centro del campo no pudo frenar las acometidas rivales.
Edu Espiau. Tuvo un par de arrancadas en los pocos minutos de los que dispuso, pero sin suerte.
Zalazar. Apenas entró en contacto con el balón en la recta final del partido.