Un mes de claroscuros con Xavi
En su primer mes, el técnico acumula dos victorias, una derrota y un empate. Su llegada desató el optimismo, pero la derrota ante el Betis invita a pensar en que el proceso será largo.
Este lunes 6 de diciembre se cumple un mes desde que Xavi Hernández cumplió su sueño y se convirtió en entrenador del Barça hasta junio de 2024. El acuerdo se hizo oficial a las 1:47 horas, dos más en Qatar, después de una negociación que tuvo tintes de vodevil y de la que nunca ha trascendido cuánto dinero, si cinco como se filtró en Barcelona o diez millones de euros como se aseguró en Doha, tuvo que pagar el Barça por la salida de Xavi, que deslizó que tenía una cláusula liberatoria con el Al Sadd para marcharse gratis. Pero eso nunca pasó.
Anunciado el 6 de noviembre, Xavi fue presentado oficialmente el día 8 con dos semanas de parón para ponerse al día. La primera semana del nuevo entrenador se desarrolló alrededor de sus nuevas normas. "Cuando hemos tenido, nos ha ido bien; cuando no las hemos tenido, nos ha ido mal, ni hemos competido". El nuevo Barça de Xavi, pues, ha vuelto a llegar una hora y media antes de los entrenamientos, a comer en la Ciutat Esportiva y a implementar un sistema de multas.
Laporta le dio manos libres desde el primer día a su entrenador, que se trajo todo un equipo de trabajo. Su hermano Òscar Hernández y Sergio Alegre son sus asistentes; Iván Torres, el nuevo preparador físico y Sergio García, Toni Lobo y David Prats, los analistas. Sólo José Ramón de la Fuente sigue como entrenador de porteros. De momento, Xavi lleva cuatro partidos en el cargo, con dos afortunadas victorias ante Espanyol y Villarreal, un empate justo ante el Benfica y una derrota con un punto de injusticia ante el Betis. "Se acabó la flor y se acabó todo, ¿no?", bromeó después de que le cambiara la suerte en el partido contra los verdiblancos.
Xavi tiene claro el manual de instrucciones: el juego de posición, la presión asfixiante para recuperar el balón cuanto antes, la creación de superioridades, el uno contra uno de los extremos. El modelo Barça de éxito. Pero plasmarlo con los jugadores que tiene actualmente no será fácil. Queda claro que el proceso será lento y necesitará de refuerzos. Primero, de los que están en casa lesionados, como Pedri y Ansu en mayor medida; y también Braithwaite y Agüero. El Barça no ha jugado con continuidad ningún partido. Ante el Espanyol, sufrió una balos últimos veinte minutos. Contra el Villarreal fue inferior en tramos largos del choque y ante el Betis, quitando el primer cuarto de hora y el efecto Dembélé, su fútbol tampoco resultó arrollador.
Respecto a Koeman, lo que sí ha cambiado Xavi es el discurso. Frente al "es lo que hay" del holandés, el egarense ha afirmado, como su presidente, que es posible luchar por la Liga (está a 16 puntos del Madrid) y que en el Barça no se puede empatar ni perder, resultados que ya ha sufrido como entrenador. El mensaje a los jugadores también ha sido más positivo
El técnico ha encontrado una columna vertebral en la que Jordi Alba, Sergio Busquets, Gavi, Nico, Frenkie de Jong y Memphis se han convertido en fijos desde el principio. En el puesto de central, Xavi sí tiene dónde elegir y lo va haciendo. Empezó con Piqué y Eric ante el Espanyol, pero ha ido dando entrada a Araújo, ahora indiscutible, y también a Lenglet, que ha jugado dos buenos partidos contra Benfica y Betis. Con Alba intocable en la izquierda, con sus aciertos ofensivos y descuidos defensivos, el agujero está en la derecha. La prueba con Dest tampoco fue satisfactoria contra el Betis.
La llegada de Xavi ha llenado de ilusión al barcelonismo, especialmente a que no comulgaba con Koeman, al que veía como un entrenador algo anacrónico. Xavi representa la modernidad y evoca la etapa más triunfante del Barça. Pero ya desde los primeros días ha quedado claro que el proceso será largo y que el equipo, en parte, tiene los mismos problemas que en la anterior etapa. De continuidad en el juego y de goles, por no hablar de algunas dudas defensivas, incluidas las del portero, Ter Stegen, en el momento más bajo que se le recuerda en el Barça.
Lógicamente, y después de ver lo que hay en el primer mes, Xavi ya no es tan grandilocuente. "Esta es la realidad y hay que asumirla", dijo el otro día en una frase muy cercana al "es lo que hay" de Koeman. Xavi quiere refuerzos. El nombre que ha sonado con más fuerza es Ferran Torres, pero no hay un euro en caja. Veremos si para el 6 de enero, día señalado de Reyes en el que cumplirá dos meses en el cargo, Xavi tiene algún regalo.