Gabinete de crisis en Buñol
Quico Catalán y parte de su Consejo comenzaron la semana en la Ciudad Deportiva, con Alessio Lisci todavía al mando.
La semana, en medio de puente, ha arrancado movida en el seno del Levante. Con la decisión del entrenador por abordar, Quico Catalán se ha desplazado a la Ciudad Deportiva de Buñol con parte de su Consejo, representado en las figuras de Miguel Ángel Ruiz, Pablo Sánchez y Braulio Pastor. La sesión, prevista para las 11, no arrancó hasta prácticamente una hora más tarde con Alessio Lisci al mando. El presidente, que tomó la palabra ante los suyos, salió de los vestuarios 40 minutos después del inicio estipulado.
Fuera le esperaban sus Consejeros, que fueron llegando progresivamente a Buñol, con los que se reunió en la parte alta de las instalaciones mientras Lisci daba las últimas instrucciones a la plantilla antes de dar comienzo a la sesión.
Sobre la mesa del presidente se han ido acumulando ofrecimientos en las últimas semanas, pero desde el club no se ha dado ningún paso en firme. Las próximas horas, con jornada de descanso en el día de mañana para la plantilla, se antojan claves para la decisión: dar continuidad a Alessio o apostar por un nuevo entrenador. Sería el cuarto de la temporada. La realidad es que el Levante peina el mercado de entrenadores.
Los jugadores, por su parte, se dividieron entres titulares y suplentes frente a Osasuna. Los que disputaron más minutos se trasladaron directamente al gimnasio, mientras que el resto comenzó a trabajar sobre el verde a pocos minutos de las 12 con una suave sesión. Malsa, que salió en la segunda parte, se ejercitó al margen por molestias. Sí que trabajaron con el resto Miramón, Postigo y Melero. Mustafi, por otro lado, seguía cabizbajo tras el insuficiente empate ante los de Arrasate, representado el sentimiento de muchos aficionados granotas.