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LEVANTE

Alessio retoma la semana en Buñol a la espera de una resolución

El italiano, confirmado hasta el encuentro ante Osasuna, arrancará al frente del equipo los entrenamientos sin tener definido su futuro: "El club no me ha comunicado nada".

Alessio retoma la semana en Buñol a la espera de una resolución
DAVID GONZALEZDIARIO AS

El Levante sigue a la espera de tomar una decisión definitiva respecto a su banquillo. Sin embargo, Alessio Lisci, que estaba confirmado hasta el encuentro frente a Osasuna, arrancará la semana al mando mientras el club sigue ganando margen de cara a la resolución más importante de la temporada.

Las próximas horas se antojan decisivas para Quico Catalán, quien ha reunido a su Consejo en el palco del Ciutat de València tras el empate frente a Osasuna para revisar posturas respecto a la situación del entrenador, sin soluciones por el momento.

"El club no me ha comunicado nada. Hasta que no me comunique otra cosa, seguiré. Mañana hay entrenamiento", aseguró el técnico italiano tras su estreno en Primera División con empate a nada frente al conjunto de Iagoba Arrasate, matizando que todavía quedan muchas horas por delante.

Y es que el equipo retoma el trabajo mañana en la Ciudad Deportiva de Buñol a las 11 de la mañana con una sesión de recuperación postpartido, con Alessio al frente. El martes, eso sí, la plantilla tiene jornada de descanso.

El Levante afronta los últimos tres partidos (Espanyol, Alcoyano en Copa y el derbi ante el Valencia) de un año marcado por lo bandazos en la toma de decisiones en los últimos tiempos.

Con tres entrenadores en lo que va de temporada y con el despido de la dirección deportiva, Catalán tiene ante sí dos cuestiones clave: quién tomará las riendas del equipo y, sobre todo, de la dirección deportiva. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

"Yo solo puedo darles las gracias a los jugadores. Se han esforzado, hemos tenido una buena relación y creo que ellos están contentos", contestó Lisci respecto al sentir de la plantilla desde su llegada. Lo cierto es que la química con los jugadores, así como con la afición, es patente; pero los resultados siguen sin llegar y el problema no pasa únicamente por el banquillo. La permanencia, a seis puntos. Es hora de desiones firmes y morir con ellas.