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ALEMANIA

La policía alemana investiga a Bellingham

Habría sido denunciado después de recordar tras el Dortmund-Bayern el polémico pasado del colegiado Felix Zwayer, envuelto en 2005 en un escándalo de corrupción.

La policía alemana investiga a Bellingham
WOLFGANG RATTAYREUTERS

La rajada de Jude Bellingham nada más finalizar el clásico de Alemania entre Borussia Dortmund y Bayern de Múnich (2-3) podría tener consecuencias jurídicas para el jugador negriamarillo. Tal y como confirmó la policía de Dortmund, el futbolista inglés habría sido denunciado ante las autoridades tras recordar en la entrevista postpartido el polémico pasado del colegiado Felix Zwayer, envuelto en 2005 en un escándalo de corrupción en mayúsculas que afectó al fútbol alemán.

"Para mí no fue un penalti. Hummels ni siquiera mira la pelota y no lucha por eso, la toca y no creo que esté mirando el balón", criticó Bellingham la pena máxima que Zwayer, tras consultar con el VAR, señaló a favor del Bayern en el Signal Iduna Park. "Mira muchas otras decisiones en este partido. Le das a un árbitro, que ya ha amañado un partido, el mejor encuentro de Alemania. ¿Qué esperas?", añadió, poniendo patas arriba a la federación y al estamento arbitral.

Éste último habría acabado presentando denuncia, aunque no se espera que prospere cuando pase por los despachos de la Fiscalía. Se trata de un delito solo perseguido a instancia de parte, es decir, debería ser el afectado, en este caso Zwayer, el que acuse al jugador para que el asunto termine llevándose a los tribunales. Mientras, el comité de control de la federación también estudia las declaraciones del internacional inglés y aquí todo apunta a que sí termine siendo sancionado.

Cabe recordar que Zwayer fue uno de los condenados en el caso Robert Hoyzer. El ex colegiado fue condenado a una pena de cárcel por haber influido en varios partidos de la Pokal a cambio de dinero procedente de la mafia croata activa en apuestas deportivas. Zwayer, su asistente, fue inhabilitado durante seis meses por no haber denunciado antes sus sospechas contra Hoyzer y por haber aceptado, supuestamente, una comisión de 300 euros.