Achraf se desinfla
Tras haber comenzado la temporada como un avión imparable, el exjugador del Real Madrid ha bajado bastante el nivel durante las últimas semanas.
Durante los dos primeros meses de la Ligue 1, Achraf Hakimi se convirtió en el mejor jugador del PSG. El lateral, fichado por 60 millones del Inter en verano, se erigió como un avión al que poco le importaba los rivales que tuviera enfrente, ya que gracias a su velocidad al espacio se imponía siempre. Desde hace dos meses, el físico del internacional marroquí ha comenzado a resentirse y ya no es tan decisivo como sí lo fuera a principios del curso.
Uno de los grandes debates que se ha generado en Francia es el de preguntarse si realmente Achraf es un jugador válido para una defensa de 4. Tanto en Dortmund como en el Inter, con el que ganó la Serie A siendo una pieza clave, el canterano del Real Madrid brilló en un sistema de tres centrales que le potenciaba como carrilero. En el PSG, con cuatro defensas, Achraf juega mucho más lejos del área, tiene siempre a un extremo por delante que le tapa sus internadas (Di María ayer ante el Niza) y sufre bastante en los retrocesos defensivos.
Achraf no tiene ahora en París la libertad para incorporarse al ataque, ya que no es lo mismo jugar con dos centrales que con tres. El jugador realizó una actuación bastante pobre ayer contra el Niza. Inexistente en ataque, con dudas en defensa y, sobre todo, sin saber cuándo ir al espacio o cuándo aguantar en el sitio para pedir el balón. Si Achraf tiene que pedir como lateral el balón al pie, todo su potencial se reduce, ya que siempre ha brillado trazando rupturas al espacio y no esperando a que le llegue el balón lejos de la portería.
En 14 partidos esta temporada en la Ligue, el exjugador del Inter ha anotado 3 goles y 2 asistencias, números que no están nada mal, pero que si los analizamos detalladamente, encontraremos que Hakimi lleva sin ser decisivo desde el 22 de septiembre, día en el que marcó un doblete contra el colista de la Ligue 1, el Metz. Desde entonces, su importancia en el PSG se ha reducido notablemente, a tal punto de ser ahora uno de los jugadores con menor influencia del equipo en campo rival.