Pol Moreno, el hombre del traje gris que siempre está ahí
El central de Badalona es el único jugador del Racing al que Romo, que ya le tuvo en Sabadell y Cornellá, ha mantenido en juego todos los minutos del curso
No vine aquí para hacer amigos, pero sabes que siempre puedes contar conmigo. Así comienza 'Feo, fuerte y formal', la canción con la que Loquillo se define a sí mismo y homenajea al mítico John Wayne. Aunque Loquillo jugó al baloncesto en la cantera del Joventut, no es demasiado probable que llegara a conocer al badalonés Pol Moreno, pero no cabe duda que el central del Racing podría hacer suya la letra de la canción. Cambiemos lo de feo, que siempre es opinable, por fiable. Fiable, fuerte y formal: Pol Moreno, el central que siempre juega. Y que nunca lo hace mal, por eso Guillermo Fernández Romo sabe que siempre puede contar con él.
Tanto sabe el madrileño de su fiabilidad que es el único jugador del equipo que ha disputado todos los minutos de las 14 jornadas de liga. De principio a fin. Y no es casualidad, porque el madrileño ya le dirigió media temporada en el Sabadell y una campaña y media en el Cornellà y siempre, como en el Racing, eran Pol Moreno y diez más. Entremedias de los dos clubes del extrarradio de Barcelona, Pol se fue a jugar a la Primera división de Suecia, al Sundsvall, y sí, también lo jugó casi todo. Solo hay otro jugador en la plantilla que saltó al campo en las 14 jornadas, Bustos, pero el gijonés solo fue titular en 11 y únicamente jugó un partido completo.
Pol Moreno, de 27 años y con contrato con el Racing también la próxima temporada, empezó la liga jugando como central derecho, formando pareja con Eneko Satrústegui, pero a raíz de que en el descanso de la tercera jornada saliera del once Isma López, Satrústegui pasó a jugar de lateral y el badalonés pasó a jugar como central izquierdo (pese a ser diestro) en compañía de Mantilla o alternándose en ambos perfiles con Pablo Bobadilla. En las tres últimas jornadas, con la eclosión de Simón en el lateral izquierdo, Romo ha recuperado a Moreno y Satrústegui como pareja de centrales de referencia.
El pasado fin de semana, en el empate frente a Unionistas, Romo necesitó que el barcelonés le echara una mano en el pivote cuando Sergio Marcos le pidió el cambio. La verdad es que no tenía otro, pero el madrileño ya se encargó de recordar que ya le había utilizado en esa posición tanto en Sabadell como en Cornellá. En circunstancias muy especiales, se entiende, porque Pol es un central de manual. Fue, sin duda, el gran protagonista del partido: hizo el desvió que, según el árbitro, habilitó a Pablo Espina para el 0-1 y se sacó la espina marcando el empate estirándose para empujar a la red un centro venenoso de Pablo Torre.
Además de las sensaciones, por ahora los datos acompañan a Pol Moreno: no solo lo ha jugado todo, sino que ha marcado dos goles y recibido solo dos amarillas. Grandes números todos ellos para un defensa central. A Romo le gusta sorprender de vez en cuando a la hora de confeccionar la alineación, pero ahora mismo no parece verosímil que vaya a incluir entre sus golpes de efecto una suplencia de Pol Moreno. El domingo, en Valladolid, Pol y diez más.