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El Depor, un líder sin penaltis

Los coruñeses todavía no saben lo que es un penalti a favor y hay enfado al entender que no se pitaron dos sobre Bergantiños y William ante el Bilbao Athletic.

Partido Deportivo de La Coruña - Athletic Club Bilbao B Bergantiños
Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

"En estas 14 jornadas no estamos teniendo suerte con los penaltis, pero cambiará". Con esta frase resumía Borja Jiménez el sentir que hay en el Deportivo después de que el equipo coruñés no sepa lo que es un penalti a favor en lo que va de temporada. El técnico abulense no es amigo de las polémicas y se mostró muy comedido sobre lo ocurrido en el partido ante el Athletic de Bilbao. Más contundentes se mostraron Víctor García y Mackay en la zona mixta postpartido, asegundo que había dos penas máximas muy claras que se dejaron de pitar.

Los jugadores blanquiazules reclaman dos penaltis ante el Athletic de Bilbao, uno en cada parte. El primero de ellos fue un empujón tan absurdo como claro de Jaso sobre Álex Bergantiños en una esquina del área que Román Román dejó sin pitar. El otro fue el segundo tiempo con 0-0 todavía en el marcador. William de Camargo penetró en el área y fue empujado por detrás por un defensor rojiblanco, pero el colegiado estimó que no era suficiente para decretar los once metros.

Los cierto es que van 14 jornadas de liga y el Deportivo no sabe lo que es que le piten un penalti a favor a pesar de que es un equipo que acostumbra a dominar los partidos y cargar el área rival. En lo que va de temporada se han producido, sobre todo en Riazor, varias jugadas interpretables como pena máxima, pero en ninguna de ellas la balanza se inclinó a favor del líder.

El último penalti, en abril

En total, el Deportivo acumula 17 jornadas, 14 de la presente temporada y tres de la pasada, sin saber lo que es un penalti a favor. La última vez que el equipo coruñés pisó los once metros fue el 18 de abril en Riazor ante el Numancia (2-1). En el minuto 70 de encuentro, el colegiado decretó penalti por unas manos de Lillo. Miku fue el encargado de lanzarlo, y transformarlo, para darle el triunfo a los blanquiazules.