Del Boca Juniors de Bianchi al Palmeiras de Ferreira

Abel Ferreira se cuela en la historia del fútbol sudamericano apenas 13 meses después de llegar a Brasil para hacerse cargo de Palmeiras. Desde entonces, dos Copa Libertadores consecutivas para lograr un bicampeonato que no se veía desde que el Boca Juniors dirigido por Carlos Bianchi lograse las ediciones de 2000 y 2001. El técnico luso, a causa de la pandemia por Covid-19 ha logrado algo quizá irrepetible, dos títulos en un mismo año natural.

Con apenas 42 años Ferreira tiene toda su carrera como entrenador por delante. Después de haber dirigido apenas en el Braga y PAOK antes de fichar por el Verdao parece listo para retos aún mayores. Sus datos en Libertadores asombran. Ha dirigido 11 partidos como visitante o en cancha neutral para un balance de ocho victorias y tres empates. Además, ya es el segundo técnico que más triunfos ha logrado para su club en el torneo continental, 14. Tan solo Scolari suma más, 24, pero con 40 partidos a sus espaldas. Ferreira ha disputado 20.

Bicampeonato de Boca

El equipo bonaerense logró dos títulos consecutivos con una generación irrepetible que también se impuso al Real Madrid en la Copa Interncontinental. Palermo, Riquelme, Schelotto, Battaglia, Burdisso, Ibarra, Bermúdez...un listado de jugadores de trayectoria magnífica que formaron un grupo ganador como pocos se recuerdan. 

En la final del año 2000 vencieron precisamente a Palmeiras con un primer partido en la Bombonera que termino 2-2 y un duelo de vuelta que tras el 0-0 pasó a los penales, a una tanda decisiva en la que anotaron Schelotto, Riquelme, Palermo y Bermúdez. En el cuadro brasileño erraron Asprilla y Roque Junior.

Un año después Boca derrotó a Cruz Azul y de nuevo en la tanda de penales. El equipo de Bianchi ganó 1-0 en tierras mexicanas pero sufrió el mismo marcador en casa. Desde los once metros volvieron a encontrar el éxito con tantos de Riquelme, Serna y Delgado.

Palmeiras repite la hazaña

El Verdao ha encontrado una fórmula imbatible en los dos últimos años. Poderío defensivo y físico y talento en los metros finales para sacar los partidos adelante. Además de tener una plantilla amplia que pocos clubes se pueden permitir. Porque aunque no hayan realizado fichajes deslumbrantes son capaces de mantener un bloque potente que ya no será olvidado.

Si en la campaña pasada deslumbraron los jóvenes de De Paula o Menino, este año el mando ha pasado a otros jugadores. Siempre bajo el liderazgo de Gustavo Gómez en la zaga y Weverton bajo palos han crecido otros como Veiga, Danilo, Dudú o el siempre desequlibrante Rony.

Tras vencer a Santos en Maracaná por un gol de un secundario como Breno Lopes esta vez en Montevideo también apareció Deyverson, del que nadie esperaba un gol de este calibre. Ahora a Palmeiras, para alcanzar la grandeza de Boca, solo le resta dar la campanada en el Mundial de Clubes, algo que se le resistió en la edición pasada.