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ITALIA

"¿El Madrid? Les sigo de lejos"

Brahim atendió a El País. Contó el consejo de Ibrahimovic: "Me ha dicho que tenga esa personalidad que tengo, que sea como yo soy",

"¿El Madrid? Les sigo de lejos"
Marco CanonieroLightRocket via Getty Images

Brahim Díaz atendió a El País antes de medirse al Atlético de Madrid en la Champions League. Además de hablar de su futuro, del Madrid, de Zidane o de su infancia, contó el consejo que le ha dado Ibrahimovic, con el que comparte vestuario en Milán: "Me ha dicho que tenga esa personalidad que tengo, que sea como yo soy".

"¿El Madrid? Les sigo de lejos"
Brahim Diaz
  • Milan
  • centrocampista
  • España

Consejo de Ibrahimovic: "Me ha dicho que tenga esa personalidad que tengo, que sea como yo soy, que disfrute y que así haré cosas grandes. Viniendo de una leyenda como Ibra...".

Entrenadores: "De Guardiola, leer los espacios, saber cuándo te viene el rival para dejar de cara, descargar, perfilarte bien, el trabajo cuando pierdes la pelota para recuperarla rápido, porque con posesión corres menos… Todo eso. Pero no solo con Guardiola. Con Zidane y con Pioli [técnico del Milan] también es lo mismo. Igual aquí he aprendido a defender mejor o a colocarme mejor".

Real Madrid: "Ahora estoy en el Milan, centrado en el Milan y quiero dar lo máximo aquí. Les sigo desde lejos, pero ahora estoy aquí, estoy disfrutando mucho lo que me gusta, que es jugar al fútbol en un gran club como el Milan".

Infancia: "He jugado bastante en la calle con los amigos, casi todos mayores. Cuando terminaba un entreno, o el colegio, intentaba coger una pelota. De ahí esa pillería. Los mayores más de una vez se picaban. De pequeño también me ha gustado mucho el fútbol sala. En espacios reducidos, el fútbol sala te da algo muy bueno, que es el pensar rápido, o incluso hacer cosas diferentes: la pisada, bicicletas… otro fútbol. En el barrio había un campo, así que siempre estábamos ahí dándole".

Ambas piernas: "Con 12 años, tuve un entrenador que nos ponía una calceta blanca y otra negra. La blanca era la pierna buena y la negra, o azul oscuro, la mala. De repente decía: “Solo jugamos con la azul oscuro”. Y había que jugar con ella. Y decía: “¿Pero tú te has cambiado las calcetas y te has puesto la mala en la buena y la buena en la mala o qué?”.