El vestuario, sobre Solskjaer: "Sabemos cuál es el problema"

Michael Carrick se sentará esta jornada en el Estadio de la Cerámica como nuevo entrenador interino del Manchester United. El excentrocampista sustituye al exdelantero y ahora también exentrenador, Ole Gunnar Solskjaer.

Después de la contundente derrota encajada ante el Watford, el club mancuniano decidió prescindir de los servicios del entrenador nórdico ante los malos resultados acumulados desde hace ya varias semanas y que tienen al club fuera de la zona europea en la Premier League.

En un extenso artículo, en The Athletic explican con bastante detalle como fueron las últimas semanas de Solskjaer en el Teatro de los Sueños.

Según este medio, ningún directivo viajó al encuentro en el que se acabó produciendo el despido. Hasta un empate la habría valido para salvar el cargo, pero no sucedió. Así, hubo despido y finiquito por 7,5 millones de euros.

En lo que respecta a un sustituto, Lopetegui fue ofrecido semanas atrás (antes del parón) por Jorge Mendes y el United lo valora, siempre según este medio, junto a otros candidatos como Rangnick o Blanc. En el caso de Pochettino, se espera que su llegada se pueda dar en verano. El argentino llegaría avalado por el propio Sir Alex Ferguson.

Apuntan también que Conte estuvo cerca pero consideraron que su carácter "demasiado volátil" no era el mejor para esta etapa. Fuentes citadas por The Athletic afirman que en el United preveían que se pudieran repetir ciertas situaciones incómodas que se vivieron con Mourinho.

Una situación que se fue torciendo

The Athletic afirma que Cristiano Ronaldo nunca llegó a confiar en los métodos de Solskjaer, pero su comportamiento fue intachable tratando de actuar como líder y centrando durante semanas buena parte de las críticas. Ahora, consideran que el próximo entrenador debería tratar de aprovechar más su potencial ofensivo.

Mientras lo de Ronaldo fue en una primera instancia, Bruno Fernandes fue perdiendo la fe en el noruego de manera paulatina. Y así, el vestuario. Aseguran que con la noticia de su destitución varios se mostraron apenados. Otros, indiferentes. 

La situación se torció de manera definitiva desde la derrota frente al Leicester. Solskjaer preguntó cual era el problema abiertamente. Bailly cuestionó porque jugaba Maguire después de estar lesionado. Solskjaer se puso a la defensiva y sentó mal a los jugadores. Ya sin el entrenador, Bruno animó a sus compañeros. Varios pidieron que se abordara el problema de verdad y, en ese momento, un jugador muy veterano del que no se especifica la identidad dijo "Todos sabemos cual es el problema". Desde ahí no hay motín, pero si falta de confianza en silencio en Solskjaer. Bailly, que renovó hasta 2024, o Lingard, que apenas ha jugado después de quedarse se sentirían engañados engañados. "Ole tiene sus favoritos. Es un buen tipo, pero no buen gestor", añaden como declaraciones de una fuente.

Un vestuario defraudado que, de momento, tendrá que levantar Carrick. Que el inglés se mantenga como interino es visto por la plantilla como un cambio que no tendrá mucho impacto, ya que este solía dirigir buena parte del trabajo diario.