Del “desmayo” de Xavi al penalti de “chiste”: 14 derrotas seguidas
El Espanyol lleva desde 2009 encadenando derrotas en el Camp Nou, la segunda peor racha de su historia, con un parcial de 40-3 en goles.
La resaca del ‘Delapeñazo’, la victoria del Espanyol en febrero del 2009 en el Camp Nou en un partido histórico (primera vez que el último de LaLiga ganaba en campo del líder), está siendo demasiado extensa. Desde aquel encuentro, el Espanyol no solo no ha sido capaz de ganar en el estadio azulgrana, sino que ha cosechado una derrota tras otra y ya acumula 14 seguidas, la segunda peor racha de su historia en partidos oficiales.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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La primera comprende de 1986 a 2001, 15 años en los que los blanquiazul (que sufrieron dos descensos) sumaron 16 derrotas consecutivas con un parcial de goles de 44 a 13. Unos guarismos mejores que la racha actual, que no solamente deja a un Espanyol con 14 derrotas seguidas, sino con un balance de 40 a tres en goles. Solamente David López, Sergio García y Felipe Caicedo han podido anotar desde los goles de De la Peña.
La racha además es capicúa. Comienza con un penalti polémico en diciembre de 2009 y acaba con el de Leandro Cabrera a Memphis Depay, dos 1-0 en los que la sensación de los blanquiazules es que pudieron llevarse los puntos, una oportunidad perdida en parte por una decisión polémica. Si en 2009 fue Xavi Hernández quien cayó ("desmayo", como comentó David López) después de que Raúl Baena le pusieran una mano en un hombro, en esta ocasión la entrada del uruguayo, quien toca balón, ha generado la indignación en el Espanyol ("penalti de chiste", dijo RdT).
Durante este periodo, el Espanyol ha vivido una etapa estable en Primera con una temporada excelente en la que entró en la Europa League (cayó 2-0 en la 2018-19) y otra en la que bajó de categoría (1-0 en la 2019-20). Anteriormente, los blanquiazules no acostumbraban a presentar demasiada resistencia ante un rival que reunió a una gran generación que se adjudicó siete de las diez ligas de la década. En siete de los 14 encuentros los pericos recibieron cuatro o cinco tantos. La racha continúa por mucho que los blanquiazules merecieran más por las ocasiones creadas ante el peor Barça de este periodo.