Oblak cierra la muralla
El meta dejó dos grandes manos para volver a irse con la puerta a cero, algo que sólo había pasado una vez en los seis encuentros anteriores.
El Atlético se reencontró con la victoria y con la portería a cero ante Osasuna. Las bases del cholismo, con pocas ocasiones permitidas sobre su meta… y todas ellas repelidas por un inmenso Jan Oblak. El guardameta esloveno no estaba mostrando en los últimos partidos la solvencia que tanto acostumbra, ya que el Atlético promediaba un gol en contra de cada dos remates a portería.
Pero, frente al equipo navarro, Oblak no estaba dispuesto a permitir que se repitiese la ecuación. El parón ha servido para que el Atlético trabaje en defensa en busca de evitar esos errores que tanto facilitaban las acciones de gol a los rivales, con penaltis, centros laterales mal defendidos, errores en la salida… Y contra Osasuna la defensa de cuatro se mostró segura y contundente, más allá de algún balón bombeado complicado para los centrales y de alguna contra en la que la buena colocación de Vrsaljko evitó un susto mayor.
Pero, con la estrategia perfectamente defendida ante un equipo sobresaliente en el juego aéreo, Osasuna tuvo que buscar el gol a partir de remates lejanos, y ahí los reflejos de Oblak son determinantes. Torró probó suerte con un derechazo de una potencia enorme recogiendo un balón dividido que obligó a volar al meta. También estaría atento para desviar un chut desde fuera del área de Roberto Torres cuando Felipe había hecho lo más difícil desequilibrando el marcador. Y Oblak se mostró atento y rápido para recoger los balones divididos que llegaban a sus dominios.
El esloveno tiene esta temporada la opción de convertirse en el único portero en sumar seis premios Zamora. El curso pasado Oblak levantó el título de Liga y su quinta distinción individual para alcanzar a Víctor Valdés y Ramallets como los guardametas más galardonados. El Atlético había tenido el peor inicio sobre su meta en la era Simeone y Oblak ha encajado 13 goles en las 13 jornadas de Liga disputadas, pero el equipo está plenamente concienciado en cerrar la sangría atrás. El guardameta agradeció a la afición su apoyo, el “Obi, Oblak, cada día te quiero más” que siempre inunda el Wanda Metropolitano y regaló su camiseta a la grada tras el encuentro. Si el anterior parón arrastró la peor etapa defensiva colchonera (12 goles en contra en seis partidos), tras este frenazo internacional se han puesto las bases para volver a levantar la muralla atrás.