Aprobados y suspensos del Pucela: Plano echa por tierra el conato de partidazo
La expulsión del atacante condicionó a un Real Valladolid que en igualdad numérica fue mejor que el Almería y que en inferioridad no pudo aguantar.
El Real Valladolid no pudo frenar la racha del Almería y sucumbió en un partido en el que el líder se relanzó, eso sí, favorecido por la expulsión de un Óscar Plano que lo condicionó todo con una acción ahorrable. El conjunto blanquivioleta acabó lo que pudo, pero el aluvión indálico derivó en una remontada ante la cual poco pudieron hacer los de Pacheta.
Roberto: Detuvo bien abajo el remate de Arnau tras una buena combinación del Almería en el área. Hizo dos paradas salvadoras en el arranque del segundo tiempo a Sadiq y Ramazani. Puso la mano en el disparo de Akieme, que, duro, le superó.
Luis Pérez: De menos a más en campo rival, defensivamente cumplió, si bien el tercer tanto llega por su lado, después de que le ganen la posición. Terminó aquejado de molestias en el tobillo por una entrada.
Joaquín: Siguió a Sadiq de manera individual y pegajosa, borrándole prácticamente del mapa en el primer tiempo, en el que obligó al nigeriano a irse lejos. El tanto del empate le golpea en el cuerpo. Pese a esto, cuajó un partidazo.
El Yamiq: Forzó en una jugada con Sadiq y automáticamente sintió un problema físico que le llevó a pedir el cambio. Fue una lástima, porque se mostró seguro con balón y sin él.
Nacho: Pisó campo rival, e incluso el área, en varias ocasiones en el arranque. Remató a puerta en el 80' en una acción buena, si bien pudo resolverla de otro modo. En el tercer tanto no llega a replegar, fatigado.
Plata: Lanzó un eslalon magnífico en el ecuador del primer tiempo que desbarató un zaguero. Fue un desahogo en momentos en los que el equipo necesitó hacerse largo. Perdió el balón que acabó en las botas de Akieme y terminó en el 2-1.
Roque Mesa: Lanzó con vértigo la transición que acaba en el 0-1. Así, con metros, se sintió a gusto, pero también en su rol de capo con balón. Ciertamente, lo tuvo menos que otras veces, porque el Almería no dio un respiro.
Aguado: Mostró piernas en el vertiginoso arranque rompiendo la última línea con desmarques de ruptura. Estuvo a puntito de hacer el segundo con un disparo que dio en la cruceta cuando más sufría el equipo.
Óscar Plano: Vio la tarjeta roja por una fea entrada, sobrante por darse en una zona alejada del área, con muchos minutos por delante, lo que lastró al Pucela. Antes de la expulsión le dio tiempo a intervenir poco.
Sergio León: En el 0-1 intentó un remate genial de espuela, aunque apenas la rozó. Cuando Plano se marchó, pasó a ocupar posición de banda. Fue elegido para refrescar al equipo tras mucho sacrificio.
Weissman: Ejerció de asistente caído al lado derecho para asistir para el gol. Trabajador, también en defensa, pareció cojear cuando fue sustituido. No tuvo muchas opciones de brillo, aunque lo intentó en una chilena.
Kiko Olivas: Se comió el amago de Sadiq en el inicio del segundo tiempo, pero como para culparle. Se enredó jugando el balón y casi propició el 2-1. Se vio solo en tierra de nadie para cubrir la posición de dos atacantes en segunda oleada en el tercero.
Anuar: Sumó piernas frescas. Con su brío, alargó el campo por la izquierda, aunque sin encadenar acciones resolutivas. Se pasó a la derecha y siguió intenso.
Cristo: Entró para desahogar al equipo por la fatiga de los atacantes y por su calidad para mantener el cuero en tres cuartos. Tocó el balón más que Weissman y León.
Kike Pérez: Entró cuando el Almería acaba de hacer el 2-1. Al equipo no le bastó con su voluntad. Lo intentó con un disparo que se le perdió.
San Emeterio: Refrescó la parcela ancha debido a la fatiga, pero justo a continuación de que los locales culminasen la remontada. Poca incidencia con el esférico.