Pedrosa y el espejo de Alba
El lateral izquierdo perico comparte características con el azulgrana. Es igual de determinante en el juego ofensivo y empezó su formación de extremo.
Adrià Pedrosa, a quien ya se le aventuraba un buen futuro cuando debutó como un cohete con Joan Francesc Ferrer Rubi en la temporada 2018-19, está siendo uno de los mejores jugadores del Espanyol. Sólido en defensa, la fase en la que había mostrado más debilidades, y punzante en ataque, por donde pasan la mayoría de las jugadas del equipo perico. El lateral fue el mejor en la ruina de Getafe (2-1) y goleó ante el Granada (2-0), la guinda a su extraordinaria campaña, intocable tanto como Raúl de Tomás, Diego López o Sergi Darder.
Pedrosa y Jordi Alba, que apenas se verán las caras en el derbi, recorren caminos paralelos en el campo, nunca se cruzan, pero para el blanquiazul la carrera del azulgrana es un espejo donde mirarse. Como el internacional, Pedrosa empezó jugando de extremo y fue un fijo en las inferiores. No tan atacante como Alba (que llegó a ser mediapunta y no empezó de lateral hasta que Unai Emery lo recolocó en el Valencia), pero igual de protagonista en el juego ofensivo. Sus técnicos siempre destacaron del blanquiazul “su velocidad, desborde y capacidad para centrar preciso”.
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Vicente Moreno se propuso desde el primer día recuperar a ese jugador que maravilló cuando debutó, pero que también fue engullido por el agujero negro del descenso. Pablo Machín le quitó la titularidad y poco se supo de su rendimiento. Cambiar de aires fue una opción real, pero finalmente el futbolista se mentalizó de que jugar en Segunda podía ser una manera de coger impulso. Moreno le dio la titularidad y el lateral fue cada vez más determinante.
Esta temporada acumula un gol, una asistencia y cuenta con un 20% de acierto en los centros, el mismo guarismo que Jordi Alba, solo superado por Aleix Vidal (30%) en el Espanyol. El sistema de juego del Espanyol potencia al lateral, siempre acompañado de falsos extremos como Javi Puado i Nico Melamed, quienes le dejan la banda liberada. También ocurrirá en el Camp Nou. La velocidad de Pedrosa será una baza al contraataque como lo serán los centros de Alba y su profundidad en el Barcelona.
El futbolista, que finaliza contrato en 2023 y que este verano finalmente no fue traspasado pese a que el club lo puso en el escaparate, esta en vías renovar con el Espanyol aunque su mercado empieza a ser prominente. A sus 23 años, recorre un camino firme y se está consolidando, como en su día Alba, como uno de los mejores laterales zurdos del campeonato.