BRASIL
Artur, el crack brasileño que sueña con el Camp Nou
El futbolista de 23 años vive el mejor momento de su carrera y el sábado luchará por su primer gran título en la final de la Copa Sudamericana.
Artur es un futbolista de los que deciden partidos en un abrir y cerrar de ojos, ya sea con su excelente disparo de media distancia, con un genial pase entre líneas o esa llegada al área que tanto ha mejorado en los últimos meses. A sus 23 años vive un momento excelente y a pesar de haber tenido algunas complicaciones, como el positivo en Covid-19 en un momento clave de la campaña, buscará este sábado terminar el 2021 de la mejor forma, con la conquista de la Copa Sudamericana.
El mediapunta de Bragantino es el líder absoluto del equipo con unas cifras extraordinarias. En el Brasileirao suma ya ocho tantos y en competencia continental ha destacado aún más en la faceta goleadora con siete dianas. Sin embargo, según comenta en la entrevista que concedió a As, valora mucho el sacrificio defensivo, el trabajo sin valor y la constancia de los entrenamientos. En estos aspectos se ha podido desarrollar mucho de la mano de Mauricio Barbieri, el joven entrenador del equipo dirigido por Red Bull que cuenta con una trayectoria prometedora y que ha inculcado a sus jugadores una presión agresiva y un ataque veloz que tan bien han funcionado.
Si por algo destaca en el campo es por su gran movilidad. La zurda es su pierna natural y suele arrancar desde el costado derecho para así tener la posibilidad de finalizar las jugadas. Sin embargo, se entiende bien con sus compañeros de ataque para combinar en otros sectores de los metros finales del ataque. Jugadores cono Ytalo, Cuello o Helinho cuentan con características similares y resultan muy difíciles de frenar cuando aparecen en conjunto.
Más allá de los goles, a lo largo del año ha acumulado en todas las competiciones 15 asistencias. Tan solo Gustavo Scarpa, de Palmeiras, lo supera con 21. Su visión de juego y calidad para decidir con un último pase es notable y es una de sus principales armas. Precisamente en el Verdao se formó Artur y nunca tuvo la ocasión de asentarse en el equipo profesional. Después de a Londrina o Bahía con un gran rendimiento, Bragantino se fijó en él para convertirlo en uno de los grandes pilares del equipo. El otro era Claudinho y ya tomó rumbo al Zenit de San Petersburgo después de colgarse el oro olímpico.
La dirección de Red Bull, que tan bien funciona en distintas partes de planeta, le puede acercar a Europa ya sea para formar parte del Salzburgo o el Leipzig. En cualquiera de los dos casos contaría con la posibilidad de disputar competiciones europeas con regularidad. Ese, recalcó, es uno de sus sueños, el otro sería debutar con la selección de Brasil, con quien ya estuvo convocado durante el mes de septiembre aunque sin llegar a sumar minutos en el campo de juego.