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MUNDIAL 2022

Cuándo fue la última vez que la Selección Española no se clasificó para el Mundial

España es una de las habituales en las citas mundialistas, pero no siempre ha logrado tomar parte. Eso sí, hay echar la vista muy atrás para descubir su última ausencia.

Cuándo fue la última vez que la Selección Española no se clasificó para el Mundial

Sigue el España - Suecia de clasificación para el Mundial de Qatar 2022, en directo

Hasta que Iniesta se convirtió en héroe nacional en 2010 al marchitar todos los tulipanes de los Países Bajos con su tanto, España era un quiero y no puedo en los Mundiales. Casi siempre presente, casi siempre entre los favoritos y siempre eliminada antes de tiempo. Ese 11 de julio, las vuvuzelas del Soccer City de Johannesburgo no pudieron acallar las calles españolas. Al final se llegaba a la orilla después de tanto remar.

Ahora, La Roja se juega participar en un Mundial más, solo necesita no perder ante Suecia este domingo (20:45 horas) para evitar una repesca que podría ser farragosa. Si lo hace, será su decimosexta participación en 21 ediciones. Y es que, ya decíamos que participaba casi siempre. Pero, ¿recuerdan cuándo fue la última vez que la Selección hubo de ver la primera fase desde el sofá de casa?

¿Cuándo fue la última ausencia de España en un Mundial?

España, en partido contra Yugoslavia en la fase previa al Mundial de 1974.
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España, en partido contra Yugoslavia en la fase previa al Mundial de 1974.Diario AS

España lleva once presencias consecutivas, llenas de éxitos (Sudáfrica 2010), fracasos (Francia 1998 o Brasil 2014) e incluso alguna polémica de lo más sonora (Corea y Japón 2002). Hay que remontarse hasta el año 1974, cuando la edición se celebró en Alemania Occidental, para apuntarle 'falta' al combinado español. Era una época sombría de resultados y, con Kubala a los mandos, se trataba de recuperar el poderío internacional tras faltar también a las dos grandes citas anteriores (México 1970 y la Eurocopa de 1972).

Encuadrados en el grupo con Yugoslavia y Grecia, había que quedar primeros para volver a codearse con los mejores. Dieron buena cuenta de los helenos (2-3 y 3-1), mientras que frente a los balcánicos solamente pudieron lograron empatar las dos ocasiones (2-2 y 0-0). El resultado, igualdad total con los yugoslavos. Por tanto, hubo que disputar un partido de desempate. Esa final, que tuvo lugar en territorio neutral (el Waldstadion de Frankfurt), salió cruz. Un tanto de Katalinski a los 13 minutos daría portazo a las ilusiones de los Iríbar, Asensi, Amancio, Gárate y compañía. Desde entonces, la fase de clasificación para Mundial siempre ha salido cara.

Anécdotas en otras ausencias

Dos momentos trágicos de la historia costaron, en parte, las dos primeras ausencias de España en los mundiales. En 1930, se decidió que el primer campeonato se disputase en Uruguay. Los estragos causados por la Primera Guerra Mundial en Europa fueron una de las causas principales de enviar la primera cita fuera del Viejo Continente. España, como otras potencias europeas, se negaron a viajar como protesta, pues entendía que debía ser Inglaterra, cuna del balompié, el lugar donde todo debía comenzar. Además, los clubes no podían permitirse quedarse dos meses sin sus jugadores. El segundo borrón llegó en 1938, después de estrenarse en Italia 1934. La razón no fue otra que la Guerra Civil española (1936-1939), que impidió a los nuestros acudir al Mundial de Francia.

Ya decíamos que en México 1970 también hubo que lamentar la eliminación prematura, una fase previa que fue lo más tormentosa. Eduardo Toba dimitió al perder todas las opciones de éxito y se hicieron cargo de la Selección, para los intrascendentes choques finales, ¡tres entrenadores!: Miguel Muñoz, Salvador Artigas y Luis Molowny, técnicos de Real Madrid, Barça y Las Palmas (los tres primeros de a la liga española).

Una mano inocente y un telegrama nada inocente

Hasta el éxito de Sudáfrica, la mayor alegría en un Mundial había sido el cuarto puesto de Brasil 1950, de ahí que sorprenda que las dos siguientes ediciones no se consiguiera la clasificación. Para Suecia 1958 no hubo nada reseñable más allá de quedarnos a un punto de Escocia, que fue la agraciada. Pero 1954 merece unas líneas extra.

Instante en el que Franco Gemma decidía el futuro de España y Turquía.
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Instante en el que Franco Gemma decidía el futuro de España y Turquía.Diario AS

La retirada de la Unión Soviética por motivos políticos dejaba solos a Turquía y España en el grupo. En la ida ganamos 4-1 (Alsúa, Miguel, Gaínza y Venancio fueron los goleadores) y en la vuelta perdimos 1-0. En esa época no había diferencia de goles, por lo que hubo que recurrir a un desempate que no desempató (2-2). La primera anécdota de ese choque fue la no alineación de la estrella española, Kubala.

La Federación italiana entregó un mensaje a la Española en nombre de la FIFA a modo de advertencia. El genial delantero estaba recién nacionalizado. Sin él, no se logró la victoria. No había penaltis y se dispuso que la suerte decidiera el destino: Franco Gemma, un bambino italiano, tenía que sacar un papel de un sombrero. El nombre que ponía en el recorte fue claro: Turquía. "A los jugadores no nos enseñaron el famoso telegrama, nosotros no lo vimos, pero se nos dijo que llegó no prohibiendo que jugase Kubala, sino como dejándolo caer", se lamentaba Adrián Escudero, máximo goleador de la historia del Atlético, años después.