Aprobados y suspensos del Granada: Suárez tiró del equipo

Maximiano: Como siempre volvió a ser de los destacados del equipo. Hizo un paradón a De Tomás en un remate de cabeza y otro a Embarba. Se mostró, como siempre, seguro y no tuvo problemas con los pies. No vio el tiro de Pedrosa en el primer gol y tampoco pudo llegar al testazo del punta.

Quini: Tuvo pocas oportunidades para desplegarse en ataque, aunque tuvo un par de subidas con éxito. En defensa no estuvo del todo afortunado. RdT le buscó la espalda y le permitió un remate franco que sacó Maximiano, aunque en otra estrobó bien al delantero. Se fue por Arias.

Germán: Luces y sombras. Como toda la defensa, tuvo ratos en los que hizo aguas ante los ataques pericos. Sin embargo, también evitó males mayores en varias ocasiones. Incluso pudo recortar distancias con un gran testarazo que sacó Diego López. No dio la seguridad defensiva necesaria ante un delantero como De Tomás.

Víctor Díaz: No fue su día. En el segundo gol, De Tomás le ganó la espalda. El punta fue un dolor de cabeza para él que incluso perdía balones de rebote. No estuvo afortunado en los duelos individuales y vio como le ganaban en demasiadas ocasiones la espalda. Poco aportó en ataque, pero siempre se le reconoce el enorme trabajo que hace. No se rinde nunca.

Carlos Neva: Le tocó bailar con la más fea, Embarba, y hubo sombras y claros. Le ganó en más de una ocasión, pero también se vio superado. No cejó en su empeño de ayudar en ataque con varias llegadas de mérito y obligando al extremo a trabajar también en defensa. Sin embargo, no estuvo fino a la hora de asociarse en los metros finales.

Rochina: Desde la derecha intentó ordenar al equipo, pero sin conseguirlo en la primera mitad. Tuvo que trabajar más de al cuenta. En  la segunda fue más protagonsita y ordenó al equipo en ataque cuando más atosigó a los pericos. Acabó de mediocentro.

Montoro: Le tocó trabajar en defensa más que crear. Tuvo una batalla importante en la medular ante dos tanques como Baré y Yangel. Puso más de un balón interesante a balón parado y lideró al equipo en lo anímico. Es el timón, aunque le tocó achicar agua.

Monchu: El trabajo no se le puede negar. Bregó como el que más, pero defensivamente aún tiene que crecer. Se vio superado a ratos en la medular y no terminó de ser importante a la hora de ayudar a la defensa. Más trabajo y creación, que es su punto fuerte. Aún es joven y le queda mucho por crecer, mimbres para hacerlo tiene y ganas también.

Soro: Le tocó más trabajar atrás que otra cosa con Embarba por su banda. Poca repercusión en ataque, aunque sí bajó bastante a ayudar a Neva en tareas defensivas. No estuvo acertado cuando tuvo el balón en sus pies.

Luís Suárez: Fue de lo mejor del Granada. En una primera parte discreta, en la que apenas le llegaron balones, fue el que más lo intentó moviéndose por todo el frente de ataque. En la segunda se echó al equipo a la espalda. Desequilibró, buscó el uno contra uno y puso varios balones de gol a sus compañeros. Le faltó culminar con un tanto.

Molina: De profesión delantero. Hace todo lo que tiene que hacer un punta. No estuvo participativo en la primera mitad, en la que pocos balones le llegó, pero sí en la segunda. De hecho, un remate suyo que sacó Diego López con una gran parada, otro remate al palo fueron las ocasiones más interesantes del Granada y otra clarísima ante el meta perico. Mereció el gol.

Desde el banquillo.

Arias: Salió en el 59 por Quini. Más minutos para el colombiano al que le falta ritmo de partido. Tuvo poca incidencia en ataque y tampoco tuvo demasiado en defensa.

Machís: También entró en el 59' y fue de los que más lo intentó. El venezolano se movió tanto por derecha como por izquierda con su velocidad y uno contra uno. Tuvo un tiro alto en una acción individual. Ganas no le faltaron.

Escudero: Se hizo daño nada más salir. No tuvo demasiada incidencia desde que salió en el 78'.

Bacca: Entró para tener más mordiente arriba en el 78' y precisamente fue cuando menos peligro tuvo el conjunto nazarí. Formó delantera con Molina. Sin embargo, tampoco tuvo demasiada incidencia en el juego.

Robert Moreno: Como es lógico: lo que funciona no se toca, y eso hizo salvo el cambio obligado de Milla. El primer gol llegó en una jugada a balón parado en el que Vicente Moreno le ganó la partida. El equipo se vio superado en la primera mitad, pero mejoró tras el descanso con las pautas que dio en la caseta. Intentó cambiar el partido con la salida de Machís. Mereció más el Granada, al menos un gol, pero corta su racha de cuatro partidos seguidos sin perder.