Aprobados y suspensos del Almería: Lazo 'revienta' El Molinón en el 93'

Fernando. Volvió a sostener a su equipo cuando peor estaba, sobre todo en la primera mitad. Djuka y Villalba soñarán con el murciano, uno de los grandes artífices de la excelsa temporada indálica.

Pozo. Fue un pulmón durante todo el encuentro, tanto como lateral como carrilero. En el descuento de la primera mitad condujo un contraataque desde aérea a aérea, prueba de su gran capacidad física.

Carriço. Se marchó lesionado en el minuto 13 tras lesionarse en una estirada en la que buscó tapar un disparo de Djuka. No está teniendo suerte con las lesiones, uno de los riesgos que asumió la UDA al fichar al portugués, sin regularidad en las últimas campañas por ello.

Babic. Cada vez muestra un mayor nivel, transmitiendo seguridad y haciendo mejores a sus compañeros. En el 20' despejó un peligroso centro desde la derecha.

Centelles. No es el Centelles de la pasada temporada ni el de las primeras jornadas de la actual. En Gijón volvió a realizar un gran trabajo tanto en defensa como en ataque. Sacó un peligroso centro de Puma Rodríguez a la hora de juego. En la recta final tuvo el 0-1 tras un peligroso disparo tras una pared con Lazo.

De la Hoz. Rubi no le rota, prueba de la importancia que tiene en el juego almeriense. No hay mejor jugador que aporte el equilibrio que él da.

Appiah. Buscó encender la mecha con alguna cabalgada eléctrica, pero no terminó de hacerlo en, parte, por el planteamiento de su equipo mientras estuvo en el verde.

Curro Sánchez. Encargado de lanzar las jugadas a balón parado, dispuso de una de las ocasiones más claras del partido, al rematar un rechace de Sadiq en el 58'.

Samu. Ha vuelto a su mejor nivel y su equipo lo nota. Protagonista durante todo el encuentro tanto en la faceta defensiva como en la ofensiva. En el 25' protagonizó un cabezazo en una falta botada por Curro Sánchez. En el descuento de la segunda parte, cuando el resto de piernas flaqueaba, presionó arriba con el ímpetu de un delantero centro recién ingresado al terreno de juego.

Portillo. Probó fortuna con un par de disparos lejanos en la segunda parte. En los primeros compases de ésta le metió un magnífico balón al hueco a Centelles.

Sadiq. Lo intentó e intentó, pero no fue su día, demasiado desasistido por sus compañeros. Eso sí, sacó el manual de proteger el balón de espaldas a la portería riva para jugar de cara.

Chumi. Iba a descansar al entrar en las rotaciones de Rubi, pero tuvo que entrar para sustituir al lesionado Carriço. Empezó dubitativo, con algún par de fallos, pero con el paso de los minutos fue creciendo y mostrando su buen entendimiento con Babic.

Nieto. No es habitual que jornada sí y jornada también entre un lateral desde el banquillo, pero a Rubi le encanta meter al de Castellón de la Plaza y adelantar a Pozo, movimiento que no termina de ver desde el inicio.

Lazo. Materializó un gol que puede valer su peso en oro a final de temporada. Antes de empujar la buena asistencia de Sousa fabricó una pared con Centelles en otra de las ocasiones más claras del partido.

Puigmal. Suele estar más participativo cuando entra desde el banquillo, como hizo en Gijón. Participó en el tanto de su equipo.

Sousa. En los dos últimos desplazamientos del Almería ha participado en cinco goles, con tres tantos y dos asistencias. Esta vez marcó a la perfección los tiempos al arrastrar a tres defensores y dejar el espacio a Lazo para que el gaditano empujara a gol el pase del brasileño.

Rubi. Volvió a remozar la alineación, con hasta media decena de modificaciones respecto al once que venció al Leganés. Su equipo jugó en la primera mitad una de las primeras partes más grises de la temporada, por lo que movió ficha en el segundo acto, buscando más juego exterior con la entrada de Lazo. Está protagonizando los mejores guarismos de la historia del club almerienses, con 31 puntos de 42 posible. Encadena cuatro victorias y es el mejor visitante del campeonato.