El Atleti se complica la vida en el regreso de Torres a Liverpool

El Atlético tendrá complicado estar en los octavos de final de la Youth League. La derrota por 2-0 en Liverpool, donde los ingleses devolvieron a los rojiblancos el resultado de Madrid, deja al equipo de Ricardo Ortega y Fernando Torres a tres puntos de los reds y a seis del Oporto, líder poderoso y que se impuso por 0-1 a un Milan casi desahuciado.

La opción más halagüeña en el futuro rojiblanco pasa por ganar a los italianos en la próxima jornada y que los portugueses garanticen su primera plaza contra el Liverpool, lo que dejaría una última jornada a pleno duelo por la segunda plaza entre colchoneros e ingleses jugando contra dos equipos ya sin aspiraciones. También una victoria ante el Milan unida a una derrota del Oporto dejaría opciones para que el conjunto portugués quedase fuera. El propio Torres era uno de los grandes protagonistas de la visita atlética a una ciudad donde vivió grandes noches en sus tres años y medio defendiendo la camiseta red, probablemente los mejores de su carrera.

Pero el equipo rojiblanco no fue capaz de repetir el buen nivel mostrado en Alcalá, donde había dominado y merecido una victoria de mucho oxígeno. En esta ocasión, y sin jugadores como Iturbe o Javi Serrano por estar citados para reforzar al primer equipo, fue el Liverpool el que se hizo con el triunfo y dio un golpe sobre la mesa gracias a los goles de Woltman, el delantero más incisivo de los ingleses que no pudo estar tan bien marcado como en la ida y de Quansah.

El Atlético no fue capaz de encontrar las grietas en la defensa del Liverpool ni de suministrar balones a un Salim que estaba siendo uno de los grandes jugadores de la Youth League. Al equipo le costó llegar y ni las tempraneras variaciones de Ortega y Torres desde el banquillo pudieron voltear un partido que en la primera mitad había sostenido Gomis deteniendo un penalti. Boñar pudo meter al Atleti en el partido en el minuto 79, pero la zaga despejó cuando el balón se colaba. Malas noticias para un equipo rojiblanco que no tiene margen de maniobra y tendrá que sumar las dos próximas jornadas si quiere estar en los octavos de la competición europea.