EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA 13
Bastón, el goleador en letargo que ha despertado en el Tartiere
El Swansea pagó por él 18 millones en 2016 y no volvió a ser el mismo… hasta llegar a Oviedo: lleva 7 goles y ya es el ídolo de la afición azul.
Con cada gol, una rutina que se repite: Borja Bastón besa sus brazos, donde, en forma de tatuaje, incluye un recuerdo a sus padres, Miguel y María del Mar. El delantero del Oviedo, un tipo familiar, ha añadido a sus últimas celebraciones el dedo pulgar a la boca, por la hija, segunda descendiente, que está al llegar. Y la liturgia que sigue a cada gol se ha repetido de forma habitual últimamente. Bastón marca, Ziganda sonríe y el Oviedo mira hacia arriba.
A sus 29 años, el madrileño parece haber encontrado en Oviedo el escenario perfecto para recuperar su mejor versión. Esa que le hizo anotar 22 dianas en el Zaragoza y 18 en el Eibar, ya en Primera, entre 2014 y 2016. La que le hizo al Swansea pagar por él 18 millones de euros tras su certero paso por Ipurua.
A aquella millonaria operación le siguió un maleficio y Bastón nunca logró ser el mismo. Hasta llegar a Oviedo. Con 7 goles, comanda la tabla de máximos anotadores, junto a Stoichkov, Rubén Castro y Sadiq. Es el nuevo ídolo del Tartiere.
Cuentan que nadie como Ziganda insistió en el fichaje de Bastón este verano. El delantero estaba en la lista de Rubén Reyes, pero fue el técnico el que apostó de forma decisiva por el madrileño. Al delantero no le llovían las ofertas tras un año más que gris en el Leganés, apenas 5 goles. Pero el Cuco lo vio claro.
"No ha venido solo a marcar goles: está integrado, trabaja como el que más y se interesa por las variaciones tácticas… Con esa mentalidad es todo más fácil", le ensalzó Ziganda tras el triunfo azul ante el Málaga, con doblete del nueve. El Tartiere ha logrado despertar a un goleador insaciable en letargo; aquel que en Zaragoza le bautizaron como "Van Bastón".