NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

GETAFE

Quique se suma a un Getafe de tres centrales

Con ese sistema, ya utilizado por Míchel, llegó el triunfo. La plantilla y las bajas cambian por completo los planes del técnico.

Getafe
Los jugadores del Getafe celebran el primer gol de Ünal frente al Espanyol.
AFP7 vía Europa Press

Tres centrales, dos carrileros con recorrido, pero también mucha responsabilidad defensiva y un par de delanteros que trabajen a destajo. Ese es el plan que ha llevado al Getafe a su primera victoria después de once jornadas sin catar triunfo. Un plan que ya utilizó Míchel y con el que el técnico destituido estuvo más cerca de la victoria que nunca. El partido ante el Atlético marcó un antes y un después. Ni Míchel ni Quique son entrenadores habituados a ese esistema, pero los dos se han rendido a él en este Getafe.

Dos entrenadores acostumbrados a apostar por la posesión del balón y por poblar el centro del campo en busca de posesión. El 4-3-3 o el 4-4-2 como fórmulas permanentes. Ambos técnicos ya habían pasado por el Coliseum en tiempos felices utilizando esos sistemas y empezaron sus nuevas etapas con una idea similar. Míchel apostó pronto por cerrarse atrás con tres centrales y así estuvo cerca del triunfo que las circunstancias impidieron. Quique empezó apostando por amontonar medios centros hasta que el Celta le desnudó. En Granada la cosa no iba mejor y decidió cerrarse con tres centrales. Punto.

Ante el Espanyol, Quique apostó directamente por los tres centrales. La diferencia es que Arambarri y Maksimovic, los dos medios centros que llevaron al Getafe a algunos de sus mejores momentos de la historia, volvieron a ser medios centros. El resto fue una actuación estelar de Ünal y un rendimiento correcto de todos. El Getafe ha vuelto a ganar con un sistema de juego inesperado. El domingo en Villarreal es difícil esperar otra cosa. Hasta que Vitolo y Jankto estén al cien por cien, seguramente deberemos acostumbrarnos a ver un Getafe muy reforzado atrás.