Nadie tose al Athletic a domicilio
El equipo de Marcelino es el único de Primera que permanece invicto lejos de su feudo, donde lleva una victoria y cinco empates. Sólo ha caído en casa, ante el Rayo.
El Athletic ya es el único equipo invicto a domicilio. Compartía este honor con Osasuna, pero el cuadro navarro cayó con justicia en el Sánchez Pizjuán. Los rojillos y el Sevilla forman parte del grupo de equipos que solo han caído una vez lejos de su campo, junto con Real Madrid, Real Sociedad y Atlético. El Athletic es el único que no ha sido derrotado fuera. En términos generales, sólo ha perdido una vez este año, en San Mamés, ante el Rayo.
Los pupilos de Marcelino han ganado en Vigo ante el Celta y han empatado en los campos de Elche, Atlético, Valencia, Espanyol y Real Sociedad. Los dos primeros sin goles y el resto, 1-1. Los leones son los primeros que logran marcar a la Real este año en Anoeta, una falta directa que lanzó Muniain y se tragó Remiro. Lo hicieron con diez, por expulsión de Iñigo Martínez, al que puede la ansiedad cada vez que se enfrenta a su exequipos. Fue expulsado, la decimocuarta roja que ve en su carrera en la élite, a 5 del récord de Ramos. Ha cometido seis penaltis como jugador del Athletic y la mitad ha sido ante los txuri-urdin.
Esta es la tercera vez en la historia en la que el Athletic permanece invicto tras seis visitas: las otras fueraron en la 1929-30 (dos victorias y tres empates) y la 1942-43 (3 triunfos y otras tantas igualadas). Además, Marcelino mantiene su etiqueta de 'bestia negra' de los realistas, pues no ha perdido en 17 enfrentamientos con sus diferentes equipos entre 2006 y 2021: 6 empates y 11 victorias. El derbi aún colea, con los típicos piques a un lado y otro de la AP-8. Pero a pie de campo, deportividad. Los leones hasta consolaron a Remiro tras su enorme fallo. El primero, Williams, del que el meta se burló tras la final de Sevilla y luego le pidió disculpas. De camino al vestuario antes de empezar el partido, los jugadores del Athletic pasaron delante de la Copa perdida en La Cartuja y algunos, como Núñez, se quedaron mirando.