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GETAFE - ESPANYOL

"Hubo unas promesas a Quique que luego no se cumplieron"

Joan Carles Oliva, ahora mismo entrenador del Sharjah de los Emiratos, repasa los años como segundo de Sánchez Flores en el Espanyol.

"Hubo unas promesas a Quique que luego no se cumplieron"

En 2016, Juan Carlos Oliva, técnico en los Emiratos, se unió también al proyecto de Quique Sánchez Flores en el Espanyol. Una etapa ilusionante con Chen Yansheng prometiendo Champions en tres años y el técnico madrileño como técnico con glamour para llevar al equipo a sus objetivos. Pero todo se torció el verano de 2017. El Espanyol no fichó a ningún jugador que le había prometido a Quique. El límite salarial estaba excedido, las inversiones no llegaron. Y Quique se fue desencantado. Ahora Oliva, desde Emiratos, reflexiona sobre aquel periodo a dos días del reencuentro en el Getafe-Espanyol. Y también habla de Xavi Hernández, el hombre del momento.

El Espanyol se reencuentra con Quique Sánchez Flores este domingo. Usted fue su segundo en la época perica. ¿Qué balance hace de aquella etapa?

El primer año fue muy positivo. El equipo necesitaba creer en un modelo y lo hizo, evolucionamos. La sensación que desprendíamos era la de construir un bloque que debía perdurar. Pero el segundo año se dio un paso atrás. Nos fuimos ilusionados al verano, pero luego ya no lo estábamos. No llegaron las piezas adecuadas. El primer año exprimimos al equipo, y el segundo no hubo cambios y no se dio el salto de calidad. Se llegó a un desencanto generalizado. Fue complicado y eso generó problemas internos, como aquel día en Getafe. Eso te enseña a pasar página.

¿Quique cambió su ánimo?

No creo que Quique cambiara el chip. Él tenía definida su hoja de ruta. Los jugadores que debían llegar no lo hicieron, pero las exigencias se mantuvieron. Aquí vienen los conflictos. En Granada, el último partido del primer curso, ya hablábamos de los jugadores que debíamos traer. Pero no vino nadie. Las expectativas eran elevadas y cada semana le cuestionaban el trabajo. Todo era complicado de gestionar. Pero creo que Quique no cambió su filosofía. No se cumplieron los progresos y llegó el desencanto. Los objetivos estaban por encima del equipo.

¿Entonces acabaron decepcionados con el proyecto?

La promesa iba por un lado y no se cumplió. Es la valoración que hago como segundo entrenador. Todos quisieron ser más exigentes. La octava plaza ya no valía, pero había que dar pasos adelante y no se dieron.

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Quique hizo debutar a Marc Roca, con la famosa frase de “ha derribado la puerta”. ¿Les sorprende que haya fichado por el Bayern?

Hay que pensar también en lo bueno de Quique. Marc Roca fue una apuesta personal suya el primer año. Vimos como su rendimiento aumentaba. Le dio la oportunidad de aparecer. Fue espectacular el trabajo con él. Sus cambios de orientación, cómo movía el balón, la confianza que iba adquiriendo… Todos nos alegramos cuando se fue al Bayern. Tiene potencial, pero jugar allí no es fácil.

En el debe Joan Jordán. El club decide venderlo con Quique y ahora es titular en Sevilla…

Jordán era un chico que prometía, pero en aquel momento el contacto con Quique fue reducido. El club había decidido cederlo. Creo que lo vimos dos semanas. Se le veían cualidades, pero necesitaba crecer. No sé si lo malvendieron. No puedo entrar en eso. Pero la decisión era de club, estaba tomada.

¿Le sorprende el gran rendimiento de Diego López a sus 40 años?

Diego López y David López cambiaron el equipo cuando llegaron en la segunda jornada. Diego fue una sorpresa increíble. Hablaba mucho con él de entrenamientos, es una referencia en todos los sentidos. Se lo merece. Me alegro y le envío un abrazo.

¿Conoce a Vicente Moreno?

No lo conozco personalmente, pero sé la valoración de los compañeros que estuvieron en el Nàstic con él y lo conocen. Solo puedo hablar por referencias y todo es muy positivo. Y ojalá mantenga este buen trabajo.

¿Qué relación tiene usted con Quique ahora?

Es fenomenal, tengo contacto. Me salió esta oportunidad en los Emiratos. Él decidió no entrenar este año. Tuvo opciones, pero no apostó, por lo que me vine para aquí. Estoy siguiéndolo, le deseo lo mejor, tiene un buen reto en el Getafe. La relación es buena y personalmente debo agradecerle porque me abrió muchas puertas.

¿Y cuál es su rol en los Emiratos?

Es un país conocido por mí, había estado anteriormente. Me salió la posibilidad de coordinar metodológicamente un club y de hacer de asistente en el primer equipo con un técnico local, pero ahora hace diez días que llevo el equipo porque lo cesaron. Mientras encuentran a otro sigo provisionalmente. Estoy contento. La familia está cómoda y te dejan trabajar. Es una apuesta conocida, no es para mí una incertidumbre.

¿El técnico español está muy valorado?

Fuera de Cataluña los entrenadores tienen una gran reputación. Primero fue el modelo del Barcelona, la Selección… Hay dos catalanes en la selección olímpica y otros en la Sub-19. Están muy bien mirados. Antes había muchos técnicos brasileños, pero ahora hay más españoles. Nuestra concepción del fútbol les gusta y quieren aplicarla. Hay buenas oportunidades.

No es Emiratos, es Qatar, ¿pero ha seguido el Al Saad de Xavi Hernández?

La Liga de Qatar es diferente, pero la podemos seguir. Fue una sorpresa agradable, su club le ha dado mucha confianza. Su equipo juega de memoria. Para mí aplica una filosofía fantástica, dando un paso más a lo que representaba Cruyff o Guardiola. Hay posesiones brillantes. Son difíciles de contrarrestar. Hay superioridad numérica siempre y los rivales acaban desgastados. A corto plazo será más difícil que lo aplique en el Barcelona, pero a largo plazo sí. Ha vuelto a los orígenes, ha jugado con un 3-4-3, el comienzo de Johan Cruyff.