El vídeo desmiente que Pardo mandara "a la mierda" al árbitro
El riojano vio una roja discutida previa revisión del VAR. El acta de De la Fuente Ramos afirma que el jugador insultó al cuerpo arbitral. El vídeo del recurso desmiente esta versión.
El Leganés está molesto con la redacción del acta que el pasado sábado hizo el árbitro castellanoleonés Oliver de la Fuente Ramos a propósito de la expulsión de Rubén Pardo ante el Tenerife y en la que acusó al futbolista riojano de insultar gravemente al trencilla y el resto de su cuerpo de asistentes. Según el texto, el futbolista se dirigió a los encargados de dirigir el partido con un “Es una puta vergüenza, iros a la mierda” después de ser expulsado previa revisión del VAR. El jugador, el resto de sus compañeros, el club y las imágenes que se han mostrado en las alegaciones niegan que ese insulto existiera.
De la Fuente Ramos echó a Pardo en el 90+7’ por, según reza el documento, “golpear con el balón en la cara aun adversario no estando el balón en juego”. Una descripción controvertida de una acción no tan rotunda como dicta el texto. Cuando Pardo iba a sacar de banda, Alex Muñoz se puso delante. El pepinero movió la pelota hasta rozar la frente del defensa chicharrero, que se tiró al suelo con evidentes muestras de (supuestamente) dolor.
Alegación con vídeo
Inicialmente De la Fuente Ramos lo interpretó como una exageración del zaguero y le mostró amarilla, pero fue el árbitro VAR, Pérez Pallás, el encargado de avisarle. Previa revisión en la pantalla, De la Fuente Ramos modificó su criterio y expulsó a Rubén Pardo, lo que provocó el enfado airado del mediocampista, que en repetidas ocasiones (así lo muestran las imágenes) le dice “es una puta vergüenza”, pero en ningún momento se le puede leer en los labios nada diferente. Poco después, Juan Domínguez, utilero del Leganés, se lleva al jugador para evitar que se caliente.
Pese a ello, el árbitro añadió un “iros a la mierda”, que el vídeo no muestra. Rubén Pardo también niega que dijera esa parte que afirma el trencilla. Sus compañeros también apoyan la versión del jugador. Ante este panorama, el Leganés ha presentado este martes alegaciones adjuntando el vídeo del partido con la intención de que el futbolista no sea sancionado, ni por la agresión motivo de la roja, ni por el supuesto insulto que, insisten, no existió.
El asunto es grave porque, atendiendo a lo que dicta el acta, la sanción podría ser mayor como un menosprecio a los árbitros, algo que ahora mismo al Leganés le perjudicaría gravemente, no sólo por la delicada situación deportiva que atraviesa el equipo, sino porque las bajas están disparadas (ocho lesionados) y añadir una más deja al equipo tocado gravemente.