Centenario Xavi

Xavi Hernández está de celebración. Hoy, en el partido de la octava jornada de la QSL ante el Umm Salal (16.20 horas), el técnico catalán alcanza sus cien encuentros al frente del Al Sadd. El balance de estos primer cien partidos es absolutamente espectacular, con un total de 65 partidos ganados (65%), 16 empatados (16%) y 18 perdidos (18%), 270 goles a favor (2,7 por partido) y 125 en contra (1,25). Pero aún más es a nivel de palmarés, ya que ha conquistado siete títulos (1 QSL, 2 Copa Emir, 2 Copa Qatar, 1 Supercopa, 1 Qatar Cup y 1 Copa Ooredoo) en estos dos años y pocos meses que lleva dirigiendo el club qatarí, a una media de un título cada catorce partidos.

Estos datos refrendan el absoluto monopolio del Al Sadd en el fútbol de su país, hasta el punto que está a punto de alcanzar los 600 días sin perder un partido en la QSL. La última vez fue el 7 de marzo del 2020 ante el Al Rayyan (1-0).

Esta temporada además cuenta todos sus partidos por victoria, ya que ha hecho un pleno de seis triunfos en las seis primeras jornadas de la QSL -tiene un partido aplazado-, mientras que también ganó la final de la Copa Emir ante el Al Rayyan de Blanc y James, aunque en este caso fue tras necesitar una tanda de penalties.

El gran mérito de Xavi no es sólo haber forjado un equipo campeón -en su etapa como jugador del Al Sadd sólo se lograron cuatro títulos- sino que además vence y convence con un fútbol basado en la posesión y juego de posición, muy acorde al ADN blaugrana, pero adaptado también a las circunstancias e idiosincrasia del fútbol catarí.

Lo que es toda una incógnita es saber cuántos partidos más celebrará Xavi en el banquillo de Doha porque parece evidente que su regreso al FC Barcelona se puede producir en cualquier momento. Tras recuperar la sintonía con Joan Laporta, el egarense es el candidato número uno a relevar a Ronald Koeman en el caso de que el club se plantee una destitución. Y es que la situación del FC Barcelona se puede considerar límite en todos los sentidos: noveno en LaLiga y con la soga en el cuello en la Champions. Un nuevo tropiezo en cualquiera de las dos competiciones podría acabar precipitando los acontecimientos.