Kane se difumina

Lleva el mismo nombre y el mismo número a la espalda. Camina como él y su fama intimida de la misma forma. Pero el Harry Kane que está esta temporada en el Tottenham, no es el mismo que lleva años peleando por ser el mejor ‘9’ de Europa. Este Kane, no es el mismo. El inglés, que tenía claro que esta temporada no quería seguir por el norte de Londres ante la falta de competitividad del club, no está llevando bien el tener que seguir un curso más como jugador spur, y, pese a que su profesionalidad le impide decirlo en alto, su juego, y sus estadísticas, le delatan.

Es cierto que a Kane le suele costar coger el ritmo goleador al principio de las temporadas, pero no tanto. A estas alturas del curso pasado, ya llevaba siete goles en la Premier League, mientras que este año, en el mismo tiempo, solo ha conseguido uno. Lo mismo le ha pasado con las asistencias de gol, pues a estas alturas ya había repartido ocho y ahora solo lleva una. Su peso en el equipo, pues, se difumina, y eso lo está notando un Nuno que está viendo cómo el equipo se le desmorona por el bajísimo momento de forma de su estrella.

Esta temporada pierde más el balón, da menos pases y crea menos ocasiones de gol (siete frente a 18 el año pasado), y todo ello puede explicarse por un estado anímico del que no se sabe nada pero del que se intuye mucho. Si sigue con esta tendencia, tiene complicado repetir los 23 goles y 14 asistencias que dio la temporada anterior en 35 jornadas, y, si al Tottenham ya no le dio para clasificarse más que para la Conference League, las cosas pueden ser aún peores si no aparecen otros que quieran echarse el equipo a la espalda.