"Un Barça-Real Madrid es un día de fiesta en Carrusel Deportivo"

Cuando Dani Garrido (San Sebastián, 1978) llega los sábados a Carrusel (SER) lo hace con varios folios llenos de apuntes. A mano, con boli fino. De todas las cosas a tratar de cada partido, lo imprescindible. Este domingo el manojo de folios será casi carpeta. Hay un Clásico. Hace días que él tiene clara su alineación particular.

-¿Cómo se vive en la radio una semana de Clásico?

-Es una sensación distinta, especial. Aunque no es lo mismo a las cuatro y cuarto, que te obliga a ponerte en situación de inicio, que a las nueve. Pero el día del Barça-Real Madrid es un día de fiesta en Carrusel.

-¿Desde cuánto tiempo antes se prepara?

-La rutina es más o menos la misma. Los martes nos activamos, empezamos a pensar las cosas, perfilamos. Pero cuando tienes un diamante en bruto como es un Barça-Madrid se trata de pulirlo y llegar al partido con las ideas claras.

-Siempre dice que 'Carrusel' es una orquesta engrasada.

-Toda la vida. Ponemos el talento que tenemos a disposición del oyente. Para un Clásico la estructura es más numerosa, añadimos más instrumentos.

-¿Algún recuerdo especial de todos los Clásicos en sus seis años ya al frente de 'Carrusel'?

-Como director has de estar muy pendiente del partido... pero también de la coordinación. De dar paso al narrador. Del inalámbrico que ha de contar los cambios. La variante táctica. De insertar con naturalidad la publicidad. De un cántico, del corazón del aficionado… Es decir que, a veces, tengo más recuerdos del funcionamiento que de los partidos en sí (sonríe).

-¿Su alineación esta tarde?

-Llevamos ya un tiempo que introdujimos la narración a dos voces en partidos así. Enriquece, le da ritmo, intensidad. La encabezan Flaquer (Barça) y Romero (Madrid). Más los inalámbricos habituales: Herráez y Sique Rodríguez. Con el número uno en el análisis arbitral, Iturralde González. Y todo el elenco de comentaristas en la previa y el post. Relaño, Roncero, Mijatovic, Álvaro Benito, Don Luis Suárez Miramontes, Jordi Martí, Laura Martínez y Marcos López. Más luego nuestro equipo técnico, toda la gente en Madrid. Producción, publicidad, técnicos. La gente que en la Cadena SER participa de manera directa en un Clásico estará cerca de las 30 personas. Un entramado potente para contar el partido bien.

-Lleno de Cristianos y 'Messis'.

-En Carrusel están los mejores. Es verdad que este domingo, al tener mucha más gente que un día normal, hay que hilar más fino. No tiene que haber silencios pero tampoco se tiene que pisar la gente. Tiene que sonar sinfónico sin sonar atropellado. Tiene que ser muy emocionante pero no tenso. Todos se conocen tan bien, son tan de radio, tan de Carrusel, que Carrusel fluye en un partido de este nivel.

-Y, si no, llega Itu y les saca amarilla…

-Sí (ríe)… Es fundamental. Quedarse sólo en que es el mejor analista arbitral, que lo es, el número uno, se alejaría de la realidad. Es un apoyo fundamental para mí. Con una sensibilidad especial por el deporte, un productor más. Y un dinamizador espectacular. Entiende muy bien la radio.

-¿Qué grandes Clásicos recuerda como oyente?

-Te podría decir aquel 2-3 de Messi en el Bernabéu. O del 5-0 del Barça al Madrid con Itu de árbitro. Y el 0-1 del gol de Baptista.

-¿Qué tiene un partido así para el oyente?

-(Ríe) Bueno, no soy yo parte objetiva en esto. Trabajo de ello, vivo de ello, soy un privilegiado. Lógicamente, la mejor forma de seguir el fútbol es en el estadio. Percibes datos que solo ven los narradores, inalámbricos. Pero la radio es magia. Tú te imaginas cómo es el partido más conociendo un poco al narrador, cuando el eleva el ritmo, y te haces una composición en la cabeza. Escuchar un partido en tu radio favorita, con el equipo de tu vida, aunque puedas seguirlo por la tele, tiene algo especial. Sin desmerecer, por supuesto, a los enormes narradores que hay en la tele.

-¿En días así es capaz de comer?

-Nunca como antes del programa. Desayuno bien y ya.

-¿Hace 12, 13, 15 horas de radio sin nada en el estómago cada fin de semana?

-Pues sí. No como nada salvo algún café. No me gusta la sensación de estar con el estómago lleno haciendo radio. Ya sé que es una locura. Pero es que no puedo. Luego llegó a casa y atraco el frigorífico (ríe). Ya sé que no es lo más recomendable, pero las cinco piezas de fruta y las tres comidas para mí los fines de semana no existen.

-¿Qué espera del Clásico hoy? Sin Messi, sin Ramos...

-El Clásico está por encima de cualquier jugador. Sea Messi, sea Ramos o Cristiano. Parece que este es un Clásico descafeinado y yo no lo creo. Al final es el Clásico. No un jugador u otro. Sobre el césped lo veo parejo. Aunque el Barça no esté bien, tampoco el Madrid está en un gran estado de forma. Será uno de los Clásicos más imprevisibles de los últimos años.

-¿El duelo puede ser el del futuro: Ansu Fati-Vinicius?

-Podría ser. Quizá tengamos tiempo de compararlos en la siguiente década. Ansu está un proceso de vuelta, pero es tan diferencial y bueno que desde los primeros momentos es capaz de ser decisivo. A Vini se le ha estado mucho tiempo esperando y parece que ha cristalizado, que ha evolucionado.

-¿Quién se juega más: Koeman o Ancelotti?

-Koeman. Otra cosa es que, si el Madrid perdiera, alguien pudiera levantar alguna duda respecto a Carlo. El Barça lo superaría en la clasificación.