Adeyemi, en el radar del Atleti
El equipo rojiblanco peina el mercado en busca de delanteros. La edad de Suárez, 35 años en enero, obliga a un recambio de garantías que mantenga el nivel del vigente campeón de Liga.
El Atlético de Madrid más afilado de los últimos años, con Suárez, con Griezmann, con João Félix, con Lemar, con Correa, con Cunha, sigue peinando el mercado en busca de delanteros. La necesidad de mantener la competitividad, tanto interna, en el propio vestuario, como externa, con sus rivales, obliga. También un DNI. El de Suárez, que enero llegará a los 35 años y los goles del uruguayo, la temporada pasada 21, fueron fundamentales para la consecución de LaLiga rojiblanca. El de Vlahovic es un empeño que no se ha difuminado. Ahora se une otro nombre con fuerza, el de Karim Adeyemi (19 años), delantero del Salzburgo, como apunta la prensa alemana.
Con un valor de mercado de 20 millones, según Transfermarkt, suma ya esta temporada 12 goles en 17 partidos, tres en tres partidos de Champions, 8 en 10 partidos de Bundesliga y uno en los dos que el Salzburgo jugó en la fase de clasificación. Puede ejercer de segundo punta o de extremo y es un nombre que también agendan otros grandes de Europa como Bayern de Múnich, Dortmund, Real Madrid y Barça.
El Bayern, otro rival por Vlahovic
El nombre de Vlahovic (21 años) es el que con más fuerza resuena en las oficinas rojiblancas. El director deportivo rojiblanco, Andrea Berta, es su mayor valedor. A favor de los intereses rojiblancos dos cosas. La primera entronca directamente con los ídolos de la niñez: el del serbio era Fernando Torres. La segunda, más de ahora: su negativa a querer renovar con la Fiorentina un contrato que ahora finaliza en 2023, por mucho que el club italiano hubiera querido depositar sobre sus piernas todo el futuro. El futbolista se niega. Toda buscarle salida. Y aquí, lo que el Atlético se encuentra en contra: grandes rivales por el fichaje del serbio. La Juventus es uno. En los últimos días se ha sumado otro: el Bayern todopoderoso. El Atleti, mientras, por si no, sigue peinando. Y ahí aparece con relumbrón el nombre de Adeyemi.