El Barça impulsó un nuevo formato, abierto y sin clubes fijos -algo que ya contemplaba también el resto-, enviado a los eurodiputados y con el que conquistar a la opinión pública.
La Superliga avanza firme en su plan de voltear el actual panorama futbolístico europeo. El litigio judicial contra el supuesto monopolio de la UEFA está ya en manos del Tribunal Europeo de Luxemburgo y, a la espera de una sentencia, los organizadores del nuevo torneo siguen trabajando para hacerlo realidad. La última gran novedad ha llegado en cuanto al formato.