Varapalo del Juvenil en Kiev
Los chavales de Hernán Pérez cayeron ante el Shakhtar (3-2) pese a que se adelantaron por dos veces gracias a un enorme Peter Federico. El Juvenil blanco, segundo de grupo.
Ni con un Peter Federico imperioso le bastó al Juvenil del Real Madrid para escapar de la trampa de Kiev. Un aviso de lo que le puede esperar al Real Madrid de Ancelotti. Los chavales madridistas fueron mejores que los ucranios pero tres zarpazos en tres despistes blancos fueron el piquete de ojos perfecto. El golazo del hispano-dominicano Peter Federico fue el preludio de las dos veces que los chicos de Hernán Pérez se adelantaron para ver finalmente cómo el hacer aguas en defensa se paga carísimo, incluso en esta UEFA Youth League.
El caso es que el zurdazo a lo Messi de Peter, a pase de un Julen Jon Guerrero que actuó de delantero, puso las cosas de cara al Madrid en el minuto 10. Una contra y finalización de manual. Puro Valdebebas. Pero también se vio rápidamente ese reverso tenebroso que suele acosar no sólo al primer equipo, también al Castilla y a veces al Juvenil, una retaguardia frágil. Por eso Buleza pudo campar por la izquierda y servir casi a placer para le irrupción al segundo palo de Hlushchenko en el 1-1. Una advertencia que el Juvenil blanco disipó con su segundo gol, espectacular de nuevo. Gonzalo Villar se sacó de la manga una chilena que le detuvo Puzankov y el rechace, casi sin ángulo, lo clavó con un martillazo David.
De nuevo alegría y de nuevo sal en la herida defensiva. El 2-2 llegó... en la jugada del saque de centro. Un resbalón de Marvel y una mano blanda de Rubén en la portería hicieron el resto. Siheiev no perdonó. Tampoco Hulko tres minutos más tarde en otro despeje defectuoso de Marvel, que sufrió en Kiev más que nunca esta temporada. Primera parte de sencillo resumen: tres disparos del Shakhtar, tres dianas. Efectividad suprema.
Para la segunda, Hernán Pérez movió fichas, como meter a Borja Iglesias. Pero fue en vano. Los ucranios plantearon un entramado que enfrió a los canteranos blancos y apenas hubo opciones de mostrar la superioridad que sí mostraron en el primer acto. Un 3-2 que deja al Juvenil madridista con agobios en el grupo tras empatar en Milán y sólo conocer el triunfo ante el Sheriff.