El Leganés reformula sus objetivos para evitar sustos mayores
Los pepineros pasan de tener el ascenso entre sus prioridades, a pensar sólo en el partido a partido para garantizar los 50 puntos que dan la salvación. No quieren ser otro Deportivo.
La derrota del Leganés frente al Fuenlabrada en el Fernando Torres (2-1) ha sido golpe duro para los de Butarque, que dependiendo del resultado que se dé hoy en el derbi aragonés entre Zaragoza y Huesca, podría retornar a puestos de descenso. Lo haría tras nueve jornadas, esto es, casi superado el primer cuarto de campeonato. Es por ello que los pepineros han decidido virar el objetivo de puerta hacia adentro. El ascenso es, ahora mismo, asunto tabú. Lo fundamental es, aunque suene llamativo, cerrar la salvación. Una meta que, añaden en el Lega, tiene como único camino centrarse en el partido a partido. En el día a día. Todo lo que sea salirse de esa senda, empieza a ser sacrilegio en La Avenida de los Once Leones.
Un pensamiento que ya había germinado antes en el Leganés. Lo demostró Txema Indias, director deportivo, en una entrevista concedida a AS. “Me parece una auténtica barbaridad, de verdad te lo digo, hablar en la jornada 8-9 de ascenso. El primer objetivo es ganar al siguiente rival, al Fuenlabrada. Grupalmente, sacar los 50 puntos para seguir en Segunda”, comentó Indias en una frase que parecía ser avance de lo que sucedería en el Fernando Torres.
“Estamos en una situación peligrosa en la jornada 9. Es difícil porque esta categoría es complicada. Estábamos a un partido del play-off. Pierdes y te caes abajo. Las dificultades cada semana son grandes”, comentó tras el partido un Asier Garitano que siempre defendió la idea del partido a partido, pero que ya hace tiempo que ha borrado de su vocabulario la palabra ascenso para centrarse en el siguiente duelo. Un horizonte temporal de siete días.
“El que se crea que en Segunda División hay partidos fáciles, se equivoca”, repitió ayer tras el duelo un Cheick Doukouré que volvía a la titularidad desde la primera jornada impulsado por la baja de Gaku Shibasaki, una de las víctimas de un virus FIFA al que Garitano no quiso echar la culpa de la derrota. “Igual venimos con todos los lesionados y ausentes y nos meten siete”, comentó con cierta sorna crítica, pendiente más de evitar excusas que de alimentar con argumentos fáciles el malestar de una afición que empieza a tener la paciencia agotada. Con todo. Por todo.
Pensar en un objetivo más humilde, insisten en el seno del Leganés, no descarta intentar alcanzar objetivos mayores conforme avance el campeonato. El ejemplo del Girona el curso pasado es el que esgrimen los madrileños como referencia. Los catalanes comenzaron la temporada con muy malos resultados, pero lograron colarse en los playoff tras un extraordinario rush final que los convirtió en claros candidatos al ascenso, aunque finalmente el Rayo Vallecano les arrancó el sueño en la final.
El calendario inminente del Leganés invita a disparar más si cabe esta prudencia. Valladolid (Butarque), Alcorcón (Santo Domingo), Tenerife (Butarque) y Almería (Juegos del Mediterráneo) cierran el mes de octubre para los blanquiazules, temerosos de caer en el pozo e imitar recientes fiascos de equipos descendidos de Primera a Segunda División. El naufragio del Deportivo de la Coruña (del play-off a Segunda B en una temporada) es el que más de uno pretende evitar reposicionando los planteamientos colectivo ahora que se está a tiempo de atajar la crisis.