El Madrid no ha perdido la fe en las razones de Mbappé
Tras unos días de declaraciones (el jugador, su madre, Florentino, Leonardo...), el club blanco confía en lo que llevó a Kylian a presionar para salir en agosto.
Tras unos días movidísimos, con declaraciones de todas las partes y fuertes ataques desde el PSG hacia el Real Madrid, el futuro de Kylian Mbappé se ha agitado fuertemente, aunque no se sabe aún si se ha desplazado en alguna dirección. Tomando en cuenta ciertas palabras del jugador en RMC y L'Équipe, parecería que tiene claro firmar por el Madrid a partir del 1 de enero; considerando otras de su madre sobre las conversaciones para renovar con el PSG, los hinchas parisinos tendrían motivos para el optimismo.
Pero en el Real Madrid mantienen la fe y la buena cara en que las gestiones realizadas en los últimos años darán sus frutos y en que, a partir de enero, Mbappé estará dispuesto a estampar su firma en un contrato con el Real Madrid. Saben en el club madridista que la presión en los próximos meses será fortísima, que la afición del PSG ya está jugando su papel, con silbidos constantes al delantero, y que Francia al completo va a intentar mantener a Kylian en el país. Pero en el Real Madrid confían en las razones de Mbappé.
Un sueño desde niño
En un fútbol en el que el dinero suele ser el factor determinante, Mbappé ha demostrado con su no renovación con el PSG un deseo genuino de jugar en el Real Madrid, un deseo arraigado en su infancia, en esas imágenes de niño en su habitación del barrio parisino de Bondy, con las paredes totalmente cubiertas de pósters de Cristiano Ronaldo vistiendo la camiseta madridista (ha confesado que sus ídolos son el portugués y Michael Jordan). De hecho, su camino como jugador blanco pudo empezar mucho antes, en 2012, cuando visitó la Ciudad Deportiva de Valdebebas y fue tentado por el Madrid; su familia decidió que era pronto para que saliese de Francia; al año siguiente se incorporó a la estructura formativa del Mónaco.
Cuando se fue al PSG en 2017, desde el Mónaco, fue por motivos deportivos (no veía clara su titularidad con la BBC aún vigente) y también económicos (el Madrid no podía pagarle lo que pedía para no descompensar la escala salarial del vestuario). Pero quedó claro que el Madrid estaba en su mente cuando Vadim Vasilyev, vicepresidente del Mónaco, confesó en 'Telefoot' lo que le dijo Mbappé para solicitarle que le vendiese al PSG (el club monegasco prefería no potenciar a un rival directo): "El Real Madrid me esperará". Y tenía razón, el Madrid le esperó. Y él correspondió a esa espera, como explicó en L'Équipe: "Si me hubiese ido este verano, sólo habría sido al Madrid".
Ser el centro del proyecto
Mbappé viene deslizando desde hace tiempo que quiere ser el centro del proyecto deportivo en el equipo en el que juegue. En verano de 2019 no pudo ser más claro, en la gala del fútbol francés tras el cierre del curso 2018-19: "Quizás sea el momento de tener más responsabilidad, quizás en el PSG, quizás en otro sitio...". En su reciente entrevista en Le Parisien, su madre, Fayza Lamari, volvió a incidir en ese concepto: "Kylian quiere estar en el centro de un proyecto deportivo. Necesita desafíos constantes”.
De hecho, en estos momentos el potencial del PSG parece mayor que el del Madrid, pero para Lamari eso no es definitivo: "Hace cuatro años, el Real era más atractivo que el PSG y elegimos al PSG. Este verano, Kylian se decidió por el Madrid porque quería hacer realidad su sueño y comenzar su historia allí. Ahora, si se suma al Madrid Kylian, más tres o cuatro jugadores en los próximos cuatro años, este equipo no es el mismo". El Madrid ya le ha prometido a Mbappé que todo girará en torno a él y el PSG, que le prometió lo mismo, ha actuado en sentido contrario: primero renovó a Neymar y luego fichó a Mbappé, relegando al francés a un tercer escalón.
Menos salario, más imagen global
Lo que todas las partes saben es que, si el salario fuese la parte decisiva, Mbappé renovaría con el PSG. El Madrid ha hecho esfuerzos en los últimos años para llegar a este punto en una situación de total solvencia, pero sabe que el emirato de Qatar nutre al PSG constantemente y que competir por ahí es complicado. El club blanco pondrá a Kylian un salario galáctico y, además, compensará las diferencias con la oferta del PSG con los derechos de marketing e imagen, que el club blanco suele compartir con los futbolistas y que crecerán exponencialmente con Mbappé de blanco, como suele suceder con todos los que firman por el Real Madrid. Así fue con Zidane, Figo, Ronaldo, Cristiano, Beckham...
Combinando ambos factores, el Madrid está convencido de que su oferta será totalmente atractiva para que Mbappé sienta que no pierde dinero por jugar en el club madridista. La madre del futbolista lo dejó claro recientemente: "Hoy, la ventaja de tener dinero es que tomamos decisiones que no están dictadas por el dinero. Si hubiéramos renovado, seríamos más ricos. También si no hubiéramos rechazado muchos contratos de marketing. Somos increíblemente afortunados de tener dinero, pero no es un fin en sí mismo. Kylian no juega al fútbol por dinero, de lo contrario no habría logrado todo lo que consiguió”.
Una prisión de oro
Mbappé sabe, además, que la renovación por el PSG podría ser un caramelo envenenado, sobre todo si no se hace con cláusulas liberatorias que eviten situaciones como la de este verano pasado. El PSG se ha mostrado como un equipo inflexible a la hora de considerar las peticiones de sus jugadores de cambiar de aires: Verratti, Marquinhos, Thiago Silva, Rabiot... Si Mbappé extiende su contrato con el PSG, ya sabe que el emir de Qatar no permitirá su salida ni un día antes de que finalice el contrato. Es la prisión de oro de la que habló Donato di Campli, el exagente de Verratti, que intentó sacarle del club y terminó abandonado por el futbolista, en favor de Mino Raiola, e ignorado por el PSG.
El propio Mbappé relató en RMC el miedo que sintió al ver cómo Nasser Al-Khelaïfi declaró que no se iría del PSG, ni traspasado ni gratis: "Da miedo cuando tu presidente dice: "Nunca saldrá libre". Cuando escuché eso, me atraganté. Yo pensaba: "Entonces, ¿qué va a pasar aquí? No quise reaccionar caliente, porque, cuando escuché eso, me dije: "Oula...". Las palabras de Leonardo en agosto, recalcando que no estaban contentos con el futbolista, tampoco han ayudado para que el delantero modifique su parecer.
La doble K
El retorno de Benzema a la selección francesa el pasado verano, tras cerrar las heridas que tenía abiertas con el seleccionador Deschamps, permitió ver una delantera junto a Mbappé que no logró llevar a Francia al título en la Eurocopa, aunque sí brilló: Benzema anotó cuatro tantos en la cita, asistido dos veces por Mbappé. La sintonía entre ambos ha sido total desde el inicio, como ya reveló el propio Kylian al anunciarse el regreso de Karim a Clairefontaine en redes sociales. Acababa de nacer la doble K del fútbol.
El problema para Mbappé es que las oportunidades se acaban y las selecciones no se reúnen tanto como él quisiera para poder compartir más vestuario y césped con Benzema. Además, una posible sentencia condenatoria para Karim en el juicio del Caso Valbuena (del 20 al 22 de octubre en Versalles) podría apartarle de nuevo del combinado nacional. Y la diferencia de edad entre ambos es notable: Benzema tiene 33 años, que serán 34 en diciembre; Mbappé, apenas 22, 23 en diciembre (para colmo, cumplen años en días consecutivos; Karim el 19, Kylian el 20). Benzema tiene dos años más de contrato con el Madrid, y luego su rendimiento dirá si puede o no seguir. Dos años que Mbappé quiere compartir con su amigo y compañero de ataque.