La Champions como antídoto

No corren buenos tiempos en el Real Madrid femenino, que vive su peor momento desde que viera la luz de manera oficial hace apenas un año y medio. El equipo blanco ha firmado un mal inicio liguero, con un punto de quince posibles, y se presenta en la fase de grupos de la Champions, donde se medirá hoy (18:45h, DAZN) al Kharkiv ucraniano, con una plantilla duramente golpeada por las lesiones.

En este último capítulo, el cuadro madrileño cuenta con sensibles bajas tanto en su delantera (Esther, Asllani y Cardona) como en su medular (Teresa Abelleira y Kaci). Un hecho que no invita a pensar a que el cuadro del cuestionado David Aznar vaya a recuperar su esencia de buen juego y pegada (fue el segundo equipo más goleador de la pasada Liga y en esta temporada sólo suma un gol en cinco partidos de la Primera Iberdrola).

Una motivación de Champions

Sin embargo, el conjunto blanco llega a la cita con sus jugadoras "motivadas", tal y como subrayó la defensa madridista, Babbet Peter. La veterana jugadora, que ya sabe lo que es ganar una Champions tras haberlo hecho con el Turbine Potsdam en 2010, destacó el gran estímulo que supone esta competición. Las de Aznar saben que este primer partido en la fase grupos pone sobre la mesa su primer 'deber' en Champions. Y es que su rival, el Kharkiv, cuenta con una plantilla de menor nivel y no debería de causar problemas al Madrid, vigente subcampeón de la Liga española, que es una de las mejores de Europa.

Aunque tampoco se podrán confiar. "Jugar en casa siempre es ventaja y por ello sabemos que el partido de mañana será difícil. Venimos con la ilusión y con las ganas de ganar como lo hicimos en Manchester", avisó David Aznar en la previa. Las ucranianas fueron campeonas de la Liga ucraniana el curso anterior y vienen de ganar 7-0 y 8-0. Unos registros que ponen en alerta a un equipo blanco que tiene la gran oportunidad de sumar un triunfo de moral que le acerque su sueño europeo: pasar a octavos.