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PONFERRADINA-REAL VALLADOLID

De Los Anexos al profesionalismo pasando por El Toralín

Becerra y Kuki Zalazar buscan su lugar en la Ponferradina después de haber vestido la zamarra del Real Valladolid Promesas.

Valladolid
De Los Anexos al profesionalismo pasando por El Toralín
BLANQUIVIOLETAS

Los Anexos hicieron las últimas temporadas de secadero por el que pasaron unos cuantos futbolistas que, tras curarse en el Real Valladolid Promesas, han ido dando pasos hacia el profesionalismo. Dos de ellos, Juan Camilo Becerra y Kuki Zalazar, intentan hacerlo esta temporada en una Ponferradina que apuesta frecuentemente por perfiles como los suyos, de jugadores jóvenes y a priori hambrientos, aunque debuten en la categoría.

Así lo hace el delantero colombiano, quien más vueltas ha dado de los dos después de dejar Valladolid. Fue en la temporada 2017-18 en la que militó en el filial, aquel plagado de futbolistas pertenecientes a la 'esfera Pozzo', de los cuales solo el de Valledupar y Luis Suárez, actualmente en el Granada, han mostrado un rendimiento al alza. Aquel año, Becerra, casi ni eso: Miguel Rivera no creyó demasiado en sus condiciones e hizo poco ruido.

Ciertamente, alcanzó los tres goles, aunque no fue nunca demasiado considerado por el andaluz, quien a menudo se desesperaba con su falta de gol. Aunque era joven, tenía apenas 19 años, y encontró cobijo consecutivamente en Teruel, Cornellà y Espanyol B, donde fue mejorando sus guarismos y ratios goleadores. Con el filial perico hizo once tantos la pasada campaña, invitando a una apuesta compartida entre barceloneses y bercianos en forma de cesión.

No ha sido ese el mismo caso del hispano-uruguayo, hijo de la leyenda del Albacete, de quien se desprendió el Real Valladolid para sorpresa de muchos, puesto que venía de ser capitán y capital en el filial, donde la percepción de ser jugador potencial y su nivel, aunque inconstante, le llevó a debutar con el primer equipo de la mano de Sergio González. Esa inconsistencia quizás le penalizara, sobre todo tras su último curso, en el solo hizo cinco goles.

Los 18 que marcó en total con el Promesas se antojan escasos para los destellos que dejó en ocasiones, aunque pueden justificar en parte una salida, en cualquier caso, merecida hacia la Segunda División. Como su compañero, todavía no ha sido titular, aunque Bolo bendijo en su día su llegada. Cuestión de tiempo... y de una competencia alta, como la que habría sufrido en Pucela, de donde salió este pasado verano hacia El Toralín, él, sin más escalas hacia el profesionalismo que sus sueños.