Larrea, presidente del Amorebieta: "Una vez en este circo hay que ir a por todas"
"Pese a que se pueden dar mil circunstancias, estoy encantado con lo que tengo, voy a la guerra con ellos", matiza su director deportivo, Asier Goiria.
La SD Amorebieta no piensa ser la cenicienta en LaLiga SmartBank. Viene para quedarse, como corrobora con sus actuaciones en el segundo escalón del fútbol español con una naturalidad insultante. "Está todo muy igualado, da igual con el primero que con el último, se gana por detalles, esa fuerza del equipo que te da el arraigo y la permanencia nos da mucho", lanza el director deportivo de los Azules, Asier Goiria, ante la llegada este sábado del Sporting a Lezama, en el marco de un programa especial de Radio Bilbao de la SER en Urritxe como reconocimiento a la hazaña del modesto club vizcaíno de ascender al fútbol profesional por primera vez en su historia pulverizando todos los pronósticos.
Los jugadores quedan juntos para potear por los bares del pueblo - "es una tradición"-, reconoce Goiria, artífice de mantener gran parte de la plantilla en el equipo, pese al ascenso, y siendo todos vascos en un oasis que sólo mantiene el Athletic. Respecto al posible agite del avispero en el mercado de invierno, lanza que "confía" en sus jugadores: "Me quedo con lo que tengo, a ellos les he demostrado eso. Cada vez que he querido a uno he tenido esa suerte e igual a eso estaré a muerte con él", señala. Pese a que se pueden "dar mil circunstancias, estoy encantado con lo que tengo, voy a la guerra", matiza y reitera.
Por su parte, Mikel San José, fichaje estrella de este curso, ya se ha integrado en su caseta como uno más. El centrocampista navarro, ex del Athletic, hace grupo: "La decisión fue sencilla. Decidí llegar a un acuerdo con el Birmingham, que estuve a gusto en el plano futbolístico, pero por la situación de la pandemia decidí volver", para un proyecto que versa en "intentar ayudar a los compañeros en un reto de nivel alto después de subir a Segunda". Paralelamente dota "de estabilidad a la familia para estar donde uno quiere estar", subraya. Un Amore que no le asombra, se lo espera así en el campo: robusto y vertical de la mano de Iñigo Vélez de Mendizabal: "Veo competir al equipo todos los sábados, y este equipo compite muy bien y tiene margen de mejora. Se auguraba un principio de temporada con más derrotas, pero sí nos falta un pasito más tras varios empates, pero las sensaciones son muy buenas. El que no conociera al Amore se está sorprendiendo", desliza San José. La cita ante el Sporting obedece a un palo más en las ruedas: "Recibir al líder va a ser difícil, pero también para ellos, saben que es difícil ganarnos y que en Lezama nadie se ha llevado los tres puntos".
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El eibartarra Iker Seguín, capitán del equipo, y el que más partidos encadena con el club Azul como extremo o cerrilero zurdo, insiste en que "sabemos que la permanencia es el mayor logro y por qué no", mientras que el presidente de los Azules, Jon Larrea, reconoce que la labor en los despachos es más que ardua. "Más que un marrón es una responsabilidad, es más responsabiladad que orgullo", lanza el mandatario ante un cambio tan brusco de subir de Segunda B a la Liga SmartBank: "Antes con las entradas, la txosna de fiestas o rifas..., ahora hemos entrado en otra galaxia", reconoce. La mudanza a Lezama para actuar como local resultaba irremediable. Lo del aforo es secundario: "Las circunstancias son las que son, y punto, no merece la pena y con el aforo que tenemos ganamos a intentar hacer lo mejor posible y ya supone un trajín importante", señala sobre es 60% en ese peregrinaje de cada quince días en las instalaciones del Athletic, donde se cumplen los requisitos de la Liga. "Es un desplazamiento cómodo y todo han sido facilidades, estamos encantados de que sea en Lezama", subraya Larrea.
El presidente se siente encantado con sus jugadores: "Los planteamientos de la Junta los jugadores los están haciendo pequeños, una vez que estamos en este circo hay que ir a por todas y ser ambiciosos, ir a competir y, al final, veremos donde estamos, pero seguro que acabamos con la cabeza alta", presagia. Mantenerse en Segunda potenciaría al club zornotzarra, que va a ir amoldando el estadio de Urritxe con inversiones razonables: "Si nos mantenemos, la realidad económica sería otra, pero no nos tenemos que volver locos. Hay que tener un equilibrio y no es sencillo. Haremos mejoras paulatinas, no una inversión descomunal", recordando que ante el Laredo apenas acudieron 150 personas el último partido en casa en Segunda B antes de la pandemia.