Claudinho, el zar del Zenit
El brasileño se estrenó en Champions con su gol al Malmo en la segunda fecha de la competición y alarga su gran momento desde que aterrizó en Rusia.
Rusia tiene a un nuevo emperador. Cláudio Luiz Rodrigues Parisi (24 años), o mejor dicho Claudinho, se ha convertido en el reciente Zar del Zenit de San Petersburgo. El brasileño ha necesitado menos de dos meses para convertirse en una de las joyas de la corona del conjunto ruso, donde ha caído de pie desde que aterrizó el pasado agosto procedente del RB Bragantino a razón de 12 millones de euros.
Sin tener alma de goleador, el extremo se ha estrenado en la Premier de Rusia y en Champions en menos de 10 días. El primer tanto lo materializó en la jornada 5 contra el Rubin Kazán y, el segundo, lo logró anoche en el partido de la competición europea frente al Malmo. Desde que llegó, Claudinho ha ocupado la banda izquierda aunque con libertad para moverse como interior o incluso como un mediapunta por detrás de Dzyuba. Cuenta con una gran técnica y creatividad para controlar el balón e incluso para organizar a su equipo. También, como demostró en Champions, sabe finalizar de primera dentro del área.
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En su etapa en Brasil, Claudinho demostró ser un jugador veloz con capacidad de conducir la pelota pegada a su pie para desbordar y, además, con un gran golpeo y visión de juego para asistir. Antes de partir para Rusia, el brasileño dejó 32 goles y 25 asistencias en sus 126 apariciones y fue nombrado el mejor jugador del Brasileirao 2020. Unas cifras que despertaron el interés de varios equipos europeos como la Roma aunque fue el Zenit el que se llevó a la nueva estrella emergente del Brasileirao.
Unas semanas antes de llegar a San Petersburgo, el 20 de la Seleçao olímpica se proclamó campeón olímpico en Tokio tras vencer en la final a España. Cluadinho fue indiscutible para André Jardine dentro del combinado nacional en los seis encuentros que jugó la canarinha hasta colgarse el oro. Su paso por los Juegos Olímpicos no se saldó con gol ni con asistencias aunque su juego pegado a la banda resultó ser lo esperado por un jugador de su talla. Ahora solo le falta la llamada de la absoluta. El zar ya espera a Tite.