Flamengo, a por su segunda final de Libertadores en tres temporadas

Dos finales en tres temporadas. Este es el objetivo que buscará esta noche el Flamengo en su visita al Monumental de Guayaquil para jugar contra el Barcelona SC. El conjunto brasileño quiere volver a repetir el momento que vivió en 2019 ante River Plate. Enfrente ya espera el Palmeiras que logró meterse en la final al dejar eliminado al Atlético Mineiro. 

Flamengo y Barcelona de Guayaquil se han enfrentado tres ocasiones y todos en la Copa Libertadores. Tres victorias para el Fla. La última fue el miércoles pasado con un resultado favorable de 2-0. El partido de vuelta tiene tintes brasileños con la ventaja de la ida y los de Renato Gaúcho buscarán alcanzar su segunda final en dos años. Los títulos no han parado de llegar a las vitrinas del Maracaná tras la conquista de la Libertadores en 2019, ya que un año después llegaron la Supercopa, Recopa Sudamericana y Carioca. La Libertadores podría tener a dos equipos brasileños en la final, salvo que el conjunto ecuatoriano logre la machada. 

El técnico Gaúcho tendrá a su disposición a todo el plantel titular para la cita de esta noche. Bajo palos contará con la experiencia de Diego Alves, en la zaga estarán dos centrales conocidos, como lo son David Luiz, que acaba de aterrizar, y Rodrigo Caio. En los laterales encontraremos a Isla y Filipe Luís. Pasada la medular encontramos el mayor peligro del Mengao. De Arrascaeta, el jugador con mejor calidad del centro del campo, acompañado de Arao y Andreas Pereira. La pólvora la ponen Ribeiro, Bruno Henrique y uno de los mejores delanteros de Sudamérica, Gabigol. Sin olvidarnos a Diego Ribas, que podría arrancar desde el banquillo.

En la final de la Copa Libertadores de 2019, Flamengo consiguió darle la vuelta al marcador en los dos minutos finales. River Plate comenzó ganando con el tanto de Santos Borré en la primera mitad y todo apuntaba que el trofeo se iba a ir para Argentina. Sin embargo, Gabigol se puso la capa de superhéroe para culminar la remontada con dos tantos seguidos, lo que provocó un estadillo de alegría de la afición brasileña porque se ponía fin a una racha de 38 años sin alcanzar la cima del fútbol sudamericano. Ahora, dos años después se le presenta una nueva oportunidad de llegar a la final.