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GRUPO D | REAL MADRID-SHERIFF

Sebastian Thill: del calabozo a verdugo del Bernabéu

El luxemburgués fue detenido en 2017 por conducir ebrio y desde entonces ha reconducido su vida hasta pasar a la historia del conjunto revelación de la Champions.

Sebastian Thill: del calabozo a verdugo del Bernabéu

Tiraspol y Transnistria celebran la histórica victoria del Sheriff en el Bernabéu. Aunque el éxito es generalizado de todos, un nombre se lleva los focos y los titulares: Sebastian Thill. El luxemburgués hizo el golazo con el que los transnistrios conquistaron el coliseo blanco para sorpresa mundial. Llegó la pasada temporada al Sheriff procedente del Tambov ruso después de unas temporadas verdaderamente aciagas en su país. Todo por un incidente que pudo marcar su vida, pero que finalmente ha superado hasta alcanzar la gloria.

Así, según publica Jurnal, uno de los diarios moldavos más importantes, en 2017 fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol después de un partido. Era julio. Había ganado el derbi luxemburgués con el Progres Niederkorn ante el Differdange y salió a celebrarlo. A la vuelta, chocó con varios vehículos y salió huyendo del lugar. La policía fue notificada rápidamente y le detuvo. Dio 2,47 gramos de alcohol en sangre y acabó en el calabozo.

"En primer lugar, me gustaría disculparme con aquellos a quienes lastimé. Aprendí de mis errores. Después del partido, bebí unas copas y no tuve tiempo de comer. Lo siento”, declaró el futbolista después. Pese a ser internacional, el tribunal luxemburgués le puso una multa y le prohibió conducir durante 43 meses. Parecía que su carrera deportiva estaba liquidada, pero no fue así.

Es más, el futbolista se tatuó la Champions en una de sus piernas y siguió peleando por un sueño que se antojaba imposible: debutar en la máxima competición continental. Pasados cuatro años, su anhelo se cumplió y logró ser héroe por un día en el Bernabéu en un partido para la historia de la competición. Todo ello con su tatuaje de la Champions en el cuerpo. Así debía ser.