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ESPANYOL

Un Espanyol entre Rubi y Quique

Vicente Moreno alternó ante el Atlético el 4-3-3 y el 4-4-2. La apuesta por el dibujo prioritario marcará el estilo de un Espanyol versátil.

Quique Sánchez Flores y Rubi.
ELOY ALONSO

En el pasado más reciente del Espanyol, pongamos el de la era Chen Yansheng (2016-2021), dos entrenadores han marcado el paso con dos estilos antagónicos tanto en el dibujo como en las intenciones. Quique Sánchez Flores apostó por el 4-4-2: el orden y el contraataque. Dotó el primer año al equipo de una buena organización defensiva, con Javi Fuego como bandera. Joan Francesc Ferrer Rubi, en cambio, fue fiel al 4-3-3, con Roca, Darder y Melendo como mediocampo canterano e iconográfico. Con el primer el Espanyol fue octavo y con Rubi, séptimo. Dos rendimientos parejos por distintos caminos.

El Espanyol de Vicente Moreno está ahora mismo en disposición escoger su camino. Dejando a un lado la temporada en Segunda (otra jerarquía para el equipo perico, otras circunstancias), el técnico apostó en las primeras tres jornadas por el 4-4-2 de Quique, con un juego bastante similar. Fue un Espanyol ordenado que empató en Pamplona (0-0) y Villarreal (0-0). El equipo alternó la presión en campo contrario con el repliegue (fue el equipo que defendió más cerca de la portería) y en ataque creó ocasiones aprovechando los contraataques.

También la segunda parte ante el Atlético se pasó a ese 4-4-2, con dos referencias (Loren Morón y Nany Dimata), aunque el dibujo fue descolorido por el Atlético en contraste del primer tiempo, cuando con el 4-3-3 los blanquiazules dominaron y se adelantaron (1-0). Ese Espanyol tuvo detalles del de Rubi, con Morlanes haciendo de Marc Roca; Melendo y especialmente Darder comandando el juego. Fue un equipo paciente con el balón, incisivo por los costados y profundo también por dentro, con Darder o Melendo recibiendo cerca del área.

Con un estilo más camaleónico, como ha comentado en numerosas ocasiones en sala de prensa, Vicente Moreno puede adoptar al equipo de ambas personalidades, aunque deberá decidir en esta semana de tres encuentros cuál es la prioritaria. La elección de los jugadores y el dibujo determinarán en este caso las intenciones. Ahora mismo el técnico debe decidir si quiere ser Quique o Rubi. Cualquier camino puede llevar al objetivo.