El Madrid se duerme en Milán

El Real Madrid Juvenil inició con mal pie la defensa del título de la Youth League, que conquistó en la temporada 2019-20 (en la 2020-21 no se disputó debido al coronavirus). Los de Hernán Pérez iban lanzados a por el triunfo ante el Inter en el Ernesto Breda de San Giovanni, a las afueras de Milán, con un solitario tanto de Peter que premiaba el mejor desempeño del Madrid durante todo el partido; pero un tanto en la prolongación de Nunziatini, tras una jugada en la que los blancos concedieron demasiadas opciones de remate, dejó el duelo en tablas. Con todo, un empate en Milán nunca es un enorme tropiezo; pero el desarrollo del choque le confiere poco sabor al punto logrado.

El equipo de Hernán Pérez tomó en la primera parte una buena muestra de lo que le deparaba el partido: mucho balón, mucho dominio, algunas llegadas y bastantes dificultades para finalizar ante la zaga organizada del Inter. Los italianos, ante la falta de capacidad para igualar el juego, tiraron de dureza y de hombro fuerte en cada encontronazo. Con eso disolvieron en buena medida la capacidad atacante del Madrid, pero no se libraron de algunas buenas ocasiones. Como un chutazo con la izquierda de Peter, tras jugada personal, que Rovida desvió al límite; o un tiro al poste de Aranda después de una buena combinación por dentro, con Bruno Iglesias dirigiendo la orquesta. El medio David González lo rozó también dos veces, probando desde el medio campo y en una llegada, a pase de Obrador, en la que se confió y remató arriba.

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El descanso recargó pilas y refrescó piernas, pero no modificó mucho la dinámica. El Madrid asustó de primeras, con doble ocasión por parte de Aranda y David González; la volea del primero era una acto de fe, el segundo al rechace se cegó y no vio a compañeros mejor colocados para empujarla a la red; Rovida se agrandó ambas veces. El Inter se desplegó mínimamente y tuvo un gol evidente en la cabeza de Abiuso; su testarazo, con todo a favor y tiempo para ejecutarlo, ni se acercó a la portería.

El paso de los minutos potenció las figuras de Peter y Aranda, dos castillistas a los que la competición y sus focos les sentaron bien. El segundo se alejó de la banda y atacó la frontal con sus diagonales, probando con su potente diestra a la mínima; el segundo encaró en cada jugada y terminó encontrando el premio: cazó un rechace en el área, en una jugada que él mismo inició con un balón filtrado a la espalda de la zaga, se perfiló y definió de disparo raso y colocado, imposible para Rovida. El Inter trató de replicar en el rato que le quedó y embotelló por momentos a los blancos, pero ahí se le vieron las costuras. El Madrid pudo matar al contragolpe, pero anduvo espeso. Y en el tiempo añadido, Nunziatini anotó de media volea tras un barullo en el área, con la tormenta descargando sobre San Giovanni. Un punto que al Inter le sabe a miel y al Madrid, a polvo.